Los rectores exigen recursos para el 2008 a mayores del plan financiero

GALICIA

07 oct 2007 . Actualizado a las 02:24 h.

Hace poco más de una semana, en la apertura oficial del curso universitario, los rectores gallegos se lamentaban de tener hasta complejo de «mendicantes» cuando pedían dinero para sus instituciones. Esta queja no fue puntual, y los representantes de las universidades insisten en que existe una falta de sensibilidad por parte de la sociedad en general, y además una serie de retos continuos que se exige a las universidades que no van acompañados por un respaldo financiero.

La Voz de Galicia reunió a Senén Barro, rector de la Universidad de Santiago, Alberto Gago, rector de la Universidad de Vigo, y José María Barja, rector de la Universidad de A Coruña, para debatir este y otros muchos temas que afectan a estas instituciones académicas. Una cosa quedó clara: las universidades gallegas no son pobres, pero están alejadas de la financiación media estatal y no encuentran complicidad en una sociedad «que non entende esa prioridade», afirma Barja.

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, reiteró en el discurso de apertura de curso su compromiso de llegar al 1% del PIB en financiación universitaria. Esto implica que en el 2008 y en el 2009 deben incrementarse los recursos asignados a estas instituciones al margen de lo ya establecido en el plan de financiación, que desde luego no va a reformarse de cara al próximo ejercicio. Los rectores exigen por lo tanto que en el próximo año se haga un esfuerzo presupuestario añadido, por encima de la mera aplicación del programa.

«Achega suplementaria»

«Exista ou non un novo plan, que é un problema menor, o que si é verdadeiramente importante é que apreciemos que no exercicio 2008 hai unha achega suplementaria respecto á aplicación ordinaria do plan vixente», subraya Senén Barro.

En estos momentos, el 1% del PIB autonómico es un porcentaje ya superado por la media de las comunidades españolas, por lo que, aun consiguiendo esta tasa en el 2009, Galicia seguiría por debajo del promedio estatal en el esfuerzo público relativo a las universidades. Es cierto que, incluso así, los rectores están satisfechos con este compromiso, «xa que tampouco podemos aspirar a que pola forza dos cartos poidamos recortar terreo en dous ou tres anos», apunta el rector de Santiago.

En cuanto al actual plan de financiación, firmado por las tres universidades con el anterior Gobierno autónomo, están de acuerdo con los criterios que recoge -ya que abandona la visión anterior de financiar solo en función del número de estudiantes y de la capacidad docente, avanzando en criterios de objetivos e investigación-, pero no tanto en los recursos asignados a cada parcela, que siguen siendo insuficientes.