Unos 300 vecinos impiden el derribo de la casa de Vigo

Redacción digital VIGO

GALICIA

Los operarios no consiguieron acceder a la casa y se suspendió la demolición.

01 oct 2007 . Actualizado a las 17:30 h.

Los vecinos del barrio de Sampaio, en Vigo, se han volcado con la «injusticia» que supone para ellos el derribo de la casa de Manuel y Charo, cuya orden judicial de derribo vence hoy. Gracias al operativo vecinal que se ha desarrollado en la calle Rosal Florida, la casa permanece aún en pie aunque sus propietarios están convencidos de que si no es hoy, «será mañana o pasado».

Los operarios encargados de esta demolición ya se presentaron en la vivienda en torno a las 11.00 horas de la mañana, pero a su llegada se encontaron con casi 300 vecinos que al grito de «Derribo no», no estaban dispuestos a que se ejecutase la sentencia. También se acercaron hasta esta calle varios concejales del Concello de Vigo, que debían ratificar la demolición, la gerente de Urbanismo y representantes de la empresa concesionaria, que fueron abucheados por los vecinos.

Para impedir el acceso de los operarios a la vivienda, los vecinos bloquearon los accesos con sus vehículos y rodearon todo el perímetro de la vivienda. Además se repartieron en grupos y se colocaron en diferentes puntos de la vivienda para tener vigilados todos los accesos de la casa, de unos 45 metros cuadrados. Todo este operativo vecinal se acompañaron con gritos y consignas como «Justicia sí, derribo no» que sonaron en el barrio desde primera hora de la mañana, al igual que ya lo hicieron el viernes por las calles de la ciudad para agotar el último cartucho que le queda a esta familia, la presión social.

Tras el intento fallido de acceder a la vivienda, los operarios abandonaron la zona y se levantói acta de que los ténicos se presentaron en el lugar pero no pudieron derribar el inmueble por la presencia de 300 vecinos.

Según informa la agencia Efe, el propietario de la vivienda, Manuel Dasilva apuntó a los medios comunicación que hoy iba a ser el día «más suave», pues la presión para el derribo «se irá incrementando» con el paso de los días. «Jugarán con nosotros a agotarnos físicamente y hoy hay gente que ha pedido permiso en el trabajo, pero no lo podrán hacer todos los días», insistió. Sobre el posible realojo provisional que le prometió el alcalde, considera que «tiene algo de truco» y fue motivada por la «presión social».

La vivienda de la familia de Manuel Dasilva fue denunciada por una vecina después de que la familia la restaurase. Varios contenciosos después y pese a tener todos los permisos municipales, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia decretó que debía derribarse la vivienda. Una sentencia que debía ejecutarse con un plazo que terminaba hoy.

Nuevas movilizaciones

Los vecinos aseguran que sus medidas de presión irán más allá y por eso tienen previsto organizar una manifestación hasta A Coruña para protestar ante la sede del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. Para ello, están pidiendo permiso a al Audiencia Provincial, pero ya han confirmado que aunque no se lo den, la manifestación se realizará de todos modos. Además los vecinos piden al juez que visite la vivienda para que se dé cuenta de que dictó sentencia contra un pobre, mientras los ricos continúan con sus grandes mansiones y torres en pie.

El apoyo de los vecinos del barrio y también de otras partes de la ciudad de Vigo ha sido uno de los grandes apoyos de la familia y, por eso, mostraron su agradecimiento público a todos los que se han movilizado ya que si no fuese por ellos ya no tendrían casa, aún así temen que el derribo se ejecute cualquier día y no confían en que tengan respuesta de la súplica que han presentado ante el tribunal.