Una pareja «peregrina» en furgoneta eléctrica

Efe

GALICIA

Recorrieron 1.100 kilómetros con un vehículo de potencia similar a la de «un Vespino».

17 sep 2007 . Actualizado a las 21:01 h.

El catalán Jaume Bayá ha llegado a Santiago de Compostela en una furgoneta eléctrica diez días después de salir de Montserrat y tras recorrer 1.100 kilómetros.

Bayá explicó a EFE en la Plaza del Obradoiro, ante la fachada principal de la catedral compostelana, que había realizado una media de 116 kilómetros diarios, frente a los 100 que había previsto, por lo que ganó dos días en realizar este peculiar Camino de Santiago.

Con un motor de 5,7 caballos de potencia, «el equivalente a un Vespino», esta pequeña furgoneta pesa 825 , de los que 300 son de baterías y puede cargar otros 350, en la versión con que se hizo este viaje, pues también existe otra con menos baterías, que carga 100 kilos más.

Cuando planeó la «aventura», Jaume Bayá creyó que el peor tramo sería la subida a Pedrafita, en la entrada de Galicia, pero sus previsiones de un gasto del 50 % de la carga eléctrica para los 20 kilómetros se vieron reducidas a sólo un 30%, explicó.

Por el contrario, el peor momento fue la salida de Zaragoza, por una carretera con mucho tráfico de camiones, con un arcén muy reducido y los enormes vehículos casi rozando a la pequeña furgoneta en que viajaban Jaume y Rosa María, su esposa.

Bayá trabajó durante 25 años en la venta de productos químicos para el campo y en el 2000 decidió «cambiar de vida» y dirigió sus inquietudes intelectuales a la medicina natural, pero el año pasado decidió regresar al mundo comercial, para lo que envió comunicaciones «a mucha gente» y sólo contestó el importador de estos vehículos eléctricos.

En su conversación con EFE resaltó que en su actual promoción no persigue sólo un objetivo comercial, sino que también lo mueven convicciones ecologistas, y señaló que el primer obstáculo para la generalización de estos vehículos es el desconocimiento.

En este sentido, informó de que la carga completa del vehículo cuesta 76 céntimos, lo que permite recorrer entre 80 y 100 kilómetros y la gente cree que el coste es mucho mayor y mucho menor la autonomía.

Jaume Bayá señaló que ya hay algunas Comunidades que devuelven unos 3.000 euros por la compra de estos vehículos que, en el caso del utilizado en este viaje, tiene un precio de unos 17.000 euros y agregó que el Instituto Catalán de la Energía ya piensa en ofrecer ayudas para promocionar su compra para usos de trabajo.

Desde julio, estos vehículos están exentos del impuesto de matriculación y Bará cree que los Ayuntamientos no sólo deberían renunciar al de circulación, sin que tendrían que instalar un sistema de enchufes con sistema de pago por monedas en las ciudades, con lo que se combatiría eficazmente la contaminación.

En su recorrido de Montserrat a Compostela, que denomina «Peregrinos del Siglo XXI», Bará entregó a las personas que le permitieron enchufar el vehículo un diploma de agradecimiento en el que señala que «sin su ayuda este peregrinaje en vehículo eléctrico hubiese sido imposible».

Jaume Bará ya había hecho el Camino de Santiago andando desde Oviedo en 2005 y disfrutó más que ahora, sin preocuparse de dónde habrá un enchufe.