Dos firmas gallegas crean bateas sumergibles contra los temporales

La Voz LA VOZ | REDACCIÓN

GALICIA

Una de las estructuras ya está en pruebas frente a Boiro y otra se botará en la ría de Muros Corelsa y Extrugasa realizan ensayos con dos plataformas aptas para el cultivo en mar abierto

17 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

?espués de más de medio siglo de inmovilismo, dos empresas gallegas se han lanzado casi al unísono a revisar una estructura tan tradicional de las rías gallegas como es la batea de mejillón. Aunque apostando por materiales, formas y sistemas distintos, Corelsa y Extrugasa han puesto en el mercado sendas plataformas acuícolas sumergibles y capaces de resistir los más duros temporales, lo que las hace apropiadas para el cultivo en mar abierto, sin que el abrigo de las rías sea un elemento imprescindible para la cría de molusco. La batea diseñada por Extrugasa funciona ya en período de pruebas frente a las costas de Cabo de Cruz, en Boiro. Construida en acero tratado, la estructura tiene el mismo formato rectangular que la tradicional, pero lleva anexos dos grandes depósitos que inyectan o extraen aire de unos conductos que se distribuyen por toda la plataforma y que serán los que permitirán sumergir la batea bajo el agua o sacarla a la superficie. Esta maniobra de ocultación puede, además, realizarse desde tierra, a través de un mando a distancia o un teléfono móvil. El proceso de inmersión dura unos quince minutos, aunque Extrugasa está intentando reducir el tiempo. Sin embargo, en volver a la superficie, la plataforma sólo tarda dos minutos. Indestructible La batea que la empresa Corelsa -especializada en el diseño de equipos acuícolas- ha patentado en España y en Europa todavía está en fase de montaje en el puerto de Cee, aunque está a punto de ser instalada frente al faro de monte Louro, en la ría de Muros, donde la cofradía se encargará de probarla explotando mejillón. Aparte de la posibilidad de surmergirla para ponerla a salvo de los efectos del viento y del oleaje, los diseñadores de la plataforma destacan, sobre todo, la durabilidad y la flexibilidad de la plataforma. Que esté construida en polietileno, el mismo material que se emplea en las canalizaciones de agua y de otros servicios básicos, convierte la batea en «indestructible», asegura Juan Rodríguez, director de Corelsa.? Otra peculiaridad de esta estructura es su forma redonda. Está formada por varios tubos de 400 centímetros de diámetro dispuestos en círculos concéntricos con una distancia de metro y medio entre cada uno. En ese hueco se eleva una barandilla en la que irán colgadas las cuerdas en las que crecerá el bivalvo. La forma no responde a un capricho, sino a un intento de garantizar un aporte adecuado de oxígeno a todas las cuerdas. La batea está preparada para producir 150 toneladas de mejillón, aunque gracias a su sistema de círculos concéntricos, siempre puede añadirse un anillo y una barandilla más para incrementar las toneladas de cultivo. Claro que eso sólo podría realizarse fuera de Galicia, donde está limitado a 500 el número de cuerdas permitido por plataforma. Otra ventaja de la estructura de Corelsa es que tiene una oscilación menor que una batea tradicional. Al llevar el anclaje en el centro, la plataforma rota sobre sí misma y apenas deriva. Finalmente, según apunta el director de la compañía, el espacio central de la batea puede ser aprovechado para desarrollar otros cultivos de peces espáridos, como puede ser el besugo o la dorada.