Patrimonio sanciona al cura de A Barca por reparar el cruceiro

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO

GALICIA

El fuste fue arreglado el 31 de enero, unos días después de que apareciera roto, pero falta la cruz, que el sacerdote no pondrá para parar el expediente abierto

14 abr 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Muchos muxianos y otros visitantes se preguntan el motivo por el que el cruceiro del santuario de A Barca está sin terminar. Sorprende, porque aunque el monumento cayó, o fue derribado, el pasado 27 de enero, el día 31 dos operarios ya procedieron a la reconstrucción del fuste. Las obras pararon porque la Dirección Xeral de Patrimonio abrió un expediente informativo al párroco, Manuel Liñeiro, que fue el responsable de las labores. Fuentes de la Consellería de Cultura comentaron que si se mantiene la suspensión de la reconstrucción los trámites que se siguen contra el sacerdote no continuarán, y recordaron que la reparación sólo puede realizarse con una autorización previa. En principio, el párroco debía haber elaborado un proyecto de reconstrucción, enviarlo a la Xunta de Galicia y esperar una respuesta. En el caso de que ésta fuera negativa tenía que realizar otro proyecto y someterlo de nuevo a examen. El tiempo que podía estar A Barca sin el cruceiro es difícil de precisar. En un caso similar, la mejora del entorno de otra cruz, la Pedra da Serpe de Ponteceso, no llegó a realizarse a pesar de que había proyecto y dinero. El Ayuntamiento elaboró hasta tres proyectos técnicos y los envió uno tras otro a Patrimonio, pero en todas las ocasiones recibió una negativa, y ninguna directriz sobre cómo debía hacerse el trabajo. El plan, que financiaba la Diputación Provincial de A Coruña, era proteger la Pedra da Serpe con una valla, ya que está pegada a la carretera y corre el peligro de ser derribada por un vehículo. El monumento está en la misma situación y el asfalto «lame» su base. En Muxía, la mayor parte de los vecinos están con el párroco y se sorprenden del celo de Patrimonio para castigar y no para colaborar en la reconstrucción de una pieza que, por otra parte, tiene un interés artístico muy discutible, ya que ni el fuste ni la cruz están labrados y son sencillos trabajos de cantería. Protección La protección de los cruceiros es muy escasa en la Costa da Morte y se considera que son los elementos del patrimonio más expuestos al expolio. En los últimos años, desde 1998, han desaparecido 16 cruces de piedra y un número muy importante de ellas ha sido destruidas o sufrido daños de consideración por accidentes u otras acciones. Pero de todo lo que ha desaparecido se ha recuperado muy poco. El pasado año en los municipios de Zas y Vimianzo restauraron o reconstruyeron tres señales que fueron robadas. En la parroquia de Serramo hicieron un nuevo fuste, ya que los ladrones dejaron la base y la cruz, y en Meanos quedó la base y pusieron todo el resto nuevo.