Los áridos holandeses acumulados en Ferrol son el origen del caso Arena
12 abr 2012 . Actualizado a las 16:59 h.Durante meses, buques graneleros transportaron miles de toneladas de restos de áridos asfálticos desde Róterdam hasta el puerto exterior de Ferrol. Algunas fuentes hablan de millones de toneladas, si bien la consignataria que realizó este tráfico sostiene que no llegan a 800.000. En Caneliñas permanece la montaña de arena. Allí y en el juzgado de Ferrol que investiga el caso que desencadenó la operación Arena y que salpicó a un diputado del PP coruñés, que ya dimitió de su cargo.
El origen de la investigación
Manmer, S.L., es la empresa de la que es titular el empresario Fermín Duarte Rodríguez, que está siendo investigado por un presunto cohecho por haber supuestamente regalado un Porsche al diputado del PP Javier Escribano Rodríguez a cambio de gestiones para desbloquear la paralización impuesta por la Consellería de Medio Ambiente. La empresa sostiene que los áridos que importa de Holanda son excelentes para asfaltado de caminos y cumplen con la normativa de la Unión Europea. Pero la asociación que aglutina a las empresas gallegas de graneles sostiene lo contrario.
¿Por qué pueden ser contaminantes?
La denuncia de las empresas de áridos llevó a la Fiscalía de Medio Ambiente a realizar una investigación, por medio de unas diligencias preprocesales. En abril del pasado año, ese departamento concluyó que no observaba irregularidades penales en estas operaciones, si bien aconsejó, como recogía su decreto, que «lo más conveniente» era tomar algunas medidas y advertía de ello al Concello de Ferrol y a la Consellería de Medio Ambiente, que le notificó al empresario las medidas a tomar, sin las cuales no podría comercializar el producto. El material contenía restos de hidrocarburos, tanto aromáticos como policíclicos, utilizados en la fabricación de asfaltos y que, en ciertas cantidades, pueden ser cancerígenos.
Un tratamiento costoso
Estos áridos, para su depuración y posterior reutilización, precisan de un proceso que lo encarece. Así, es necesario someterlo a una temperatura de 850 grados para separar el árido del alquitrán. Una vez enfriado, puede volver a la capa de rodadura de una carretera. Pero ese tratamiento es muy costoso. El empresario siempre sostuvo que sometía el producto al reciclado, que todo estaba en orden y que contaba con la documentación necesaria emitida por Holanda para ello.
Interviene el juzgado
Pero las empresas de áridos gallegas presentaron una nueva denuncia ante la Fiscalía de Medio Ambiente y el asunto llegó a los tribunales. El Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol abrió nuevas diligencias, en este caso por supuesto delito contra el medio ambiente, y ordenó a la policía que realizase determinadas investigaciones.
Aparece el diputado
Esas investigaciones secretas, ordenadas por el juez Alejandro Morán Llordén, incluyeron la autorización de escuchas telefónicas al empresario. Y es entonces cuando el asunto da un vuelco. Los agentes del grupo de delincuencia financiera y fiscal comprobaron que el empresario intentaba que la Xunta levantase las medidas cautelares sobre los áridos. Y en sus conversaciones descubrieron que el empresario hablaba con un familiar del regalo del Porsche. El caso salió a la luz el pasado sábado, cuando el diputado presentó su dimisión.
¿Dónde se guardan los áridos?
El empresario Fermín Duarte sostiene que los áridos holandeses que están acopiados en el puerto exterior de Ferrol y en las instalaciones que Manmer posee en el polígono industrial de Vilar do Colo cuentan con todas las garantías y que su composición está amparada por un certificado europeo que los hace aptos para su comercialización en España.
¿Llegaron a utilizarse?
Antes de la intervención de la Xunta imponiendo medidas cautelares, los áridos de Manmer procedentes de Holanda se utilizaron en varias obras de la comarca de Ferrol, concretamente en carreteras secundarias, en accesos a viviendas rurales y en otras pavimentaciones.