Cuando el Concello de Ferrol tomó la decisión en la recta final del año pasado de iniciar, sin contar con la ayuda de la Xunta, la rehabilitación del edificio conocido como Bambú Club, en Recimil, el alcalde, Vicente Irisarri, contaba con que en marzo del 2010 entrase en funcionamiento la empresa municipal de vivienda. No ha sido así, y tampoco lo será a corto plazo, según las últimas informaciones del ejecutivo local.
El concejal de Urbanismo, Ángel Mato, explicó ayer que este proyecto, «aunque hay gente trabajando en ello», no entrará en funcionamiento según el calendario previsto.
Parón inmobiliario
La crisis económica y por ende el parón inmobiliario han sido las causas de que se haya retrasado la creación de este órgano municipal, que, según se había dicho siempre desde el gobierno local, tendría como misión casi en exclusiva la rehabilitación del barrio de Recimil.
Esta empresa, con la que cuentan ya otras ciudades de la comunidad gallega, permite una gestión directa del suelo municipal, facilitando en gran medida los procesos administrativos. Irisarri había anunciado que todos los partidos políticos tendrían representación en este órgano municipal para llegar con mayor facilidad a acuerdos de consenso.
Ángel Mato señaló que debido a la complicada coyuntura económica actual, «la urgencia no es la misma que cuando el sector inmobiliario estaba más en activo».
Fue en mayo del 2008 cuando se llevó a pleno el inicio del expediente para crear la empresa municipal de vivienda. En aquellos momentos, las previsiones que manejaba el gobierno municipal era que se pusiese en marcha este órgano en el plazo de unos cinco meses. Sin embargo, ahora el edil descarta que se pueda hacer a corto plazo.
La que sí se ha puesto en marcha es la empresa mixta de turismo, que la pasada semana celebró su primer consejo de administración. La de vivienda tendrá que esperar.