«Tengo mi parte de culpa»

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso FERROL/LA VOZ.

FERROL

El técnico de Teo seguirá otro año. Reconoce el error de no reforzar el ataque: «Nos condenó no tener un nueve». Y señala las lesiones como el principal problema

11 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El secreto a voces se convirtió ayer en oficial. Pese al descenso, sigue intacta la confianza del Racing en Luisito (Teo, 1966). Continuará otra temporada. «Es un orgullo que sigan confiando en mí para devolver al Racing adonde merece», explica al tiempo que descarta un posible desgaste en la grada. «No me puedo quejar de la gente. El año que viene se le exigirá mucho al equipo y espero que la afición disfrute con un once supercompetitivo».

-Habla de la profesionalidad de la plantilla, de las lesiones... Pero en el análisis también tiene que caber la autocrítica.

-Algo tuvimos que hacer mal. Tengo la conciencia tranquila de lo que trabajamos Roberto [Valdés, el preparador físico], y yo. No pudimos repetir una alineación por las lesiones y enfermedades continuas. Puedes tener percances musculares por la intensidad del trabajo, pero aquí hubo lesiones gravísimas.

-Pero, ¿en qué falló?

-Transcurrido un partido, hay alineaciones o cambios que no habría hecho así. Yo no quiero echar la culpa a todos y apartarme. Yo de primero, en cabeza. En Vitoria, en el minuto 94, con empate a cero, quise avisar a los jugadores de que sacaran el córner en corto, pero no me oyeron, sacaron en largo y llegó el 1-0. Y alguna cosa más. Otras circunstancias se me escapan. Yo confiaba en recuperar algunos jugadores que estaban muy mal y no lo conseguí por unos motivos u otros. Pudo ser culpa mía porque creí que los recuperaría a nivel físico, mental o técnico. Y luego me echáis en cara no haber traído un delantero en enero.

-¿De quién fue la decisión de no fichar un punta en enero?

-Las bajas fueron mías. Había varios delanteros que nos interesaban, pero no quisieron venir: Arriaga se fue al Alavés; Perona, al Oviedo; Maric, al Real Unión, y Sergio Francisco no salió de Irún. Cuando fichamos a Rubén Pérez, sabíamos que podía jugar delante. Pero no contábamos con que se lesionaría así un tío de un nivel espectacular para la categoría. Fueron un cúmulo de despropósitos, también con Rudy, De Palmas, Iván Romero... Tengo mi parte de culpa, está claro. Pero puse todo de mi parte y pasé muchas noches sin dormir.

-¿No había más puntas?

-En el último momento estuvimos a punto de traer a Édgar del Alicante, ya era casi la última bala, y tampoco. Hay más. Se pudo traer a Sergio Postigo, que acabó en Ceuta, pero yo sabía que tenía mal la rodilla y el tiempo me dio la razón porque rompió el ligamento cruzado. Los que mejoraban lo que había no querían venir porque estábamos en descenso. Yo soy el primero que dice que nos condenó no tener un nueve, porque generamos ocasiones en casa y fuera.

-Se entiende que laven los trapos sucios en casa. Pero se quejaban de las lesiones y Sahnoun se fue en marzo. La afición merece una explicación.

-Las cosas que pasan dentro ni el club ni yo las podemos sacar a la luz pública. La propia afición tiene la imagen de cada futbolista. Sería cruel si ahora saco a relucir lo que pasó. Yo las cosas a los futbolitas se las digo dentro, y lo sabe el club. Si tomamos esa decisión es que teníamos nuestras razones.

-Siempre defendió a la plantilla. Aunque no dé nombres, ¿le decepcionó algún jugador?

-Yo esperaba que muchos rindieran más. Pero, por ética, no voy a señalar a nadie. Defendí a muerte a determinados futbolistas, pero no fui capaz de que rindiesen bien.