La exposición «más abierta» de Galicia cierra una nueva edición

Antón Bruquetas

FERROL

Artxove, que reúne desde el 27 de marzo a más de 60 jóvenes talentos en la Casa da Cultura de Pontedeume, se clausura hoy

12 abr 2010 . Actualizado a las 14:04 h.

Entre las paredes de la recién estrenada Casa da Cultura de Pontedeume, el visitante puede sentir, de repente, que viaja a la noche de París, con la Torre Eiffel iluminada, como un faro que guía a la gran ciudad; o percibir las texturas y el calor de las raíces africanas, la vejez de la Tierra mientras se marchita y el ruido del mar, vestido de azul turquesa, cuando golpea una bahía solitaria. Cada rincón es un mundo, porque el edifico acoge desde el pasado 27 de marzo la décimo quinta edición de Artxove, una muestra que se distingue, precisamente, por que el único requisito para participar es el de tener entre 18 y 35 años. «Se trata de una iniciativa pionera en Galicia, ahora se empiezan a hacer cosas similares en otros sitios, pero Artxove fue la primera y es, quizás, la más abierta», explica el escultor Suso Basterrechea, que fue el encargado de inaugurar la exposición.

Y es que hasta la Biblioteca de Pontedeume, el lugar que el equipo de trabajo integrado por Alexandre Caínzos y Dolores Fraga utiliza para coordinar la exposición, llegan desde hace quince años, según explican ambos, «obras desde todos los puntos de la comunidad y que tienen formatos diferenciados, temáticas variadas y calidades distintas». «Pero eso es lo bonito de esta muestra -defiende Caínzos-, porque todo el mundo dispone de su oportunidad». Y los artistas no la dejan escapar. «Nos solemos mover en las cifras que manejamos en esta edición donde contamos con la participación de casi setenta jóvenes talentos que han presentado más de ochenta trabajos».

«La mayor parte de los participantes son estudiantes de Bellas Artes y de las escuelas de oficios», recalca Dolores Fraga, quien añade: «Pero también hay gente autodidacta a la que le apetece ver su trabajo expuesto al público. De hecho, casi todas las obras que nos envían forman, por primera vez, parte de una muestra». Pero el carácter abierto de Artxove también plantea inconvenientes a sus organizadores. «Como prácticamente no hay restricciones a la hora de presentar los trabajos, es muy difícil emparejar unas obras con otras para que luzcan ante el público», indica Caínzos. «Algunas se matan entre sí», agrega Fraga. De darles forma, de darles orden se encargó José Alfeirán.

La décimo quinta edición de Artxove cierra hoy en Pontedeume sus puertas, pero con la salud del primer día.