Ferrol recibe casi 40 nuevos casos al año entre anorexia y bulimia

Ana de Antonio

FERROL CIUDAD

El área dispone de dos unidades de salud mental, en el ambulatorio y Caranza

07 abr 2010 . Actualizado a las 12:55 h.

Aunque en pleno siglo XXI resulte complicado de creer, lo cierto es que el sistema informático del Sergas no permite a día de hoy contabilizar el número de pacientes que acuden a consulta en el Área Sanitaria de Ferrol por un problema de anorexia o de bulimia. Aún así, y teniendo en cuenta los últimos estudios epidemiológicos, en las tres comarcas aparecen aproximadamente 16 nuevos casos al año de la primera enfermedad y 22 de la segunda.

Así lo revela Santiago Lago, psicólogo del Área Sanitaria de Ferrol con consulta en la unidad de salud mental de Caranza y presidente de la Asociación de Psicólogos Clínicos del Sergas. El último dato, del 2005, revela que casi el 2% de los pacientes recibidos ese año fue por algún trastorno de la alimentación. Sin embargo, a este dato hay que sumar las personas que no llegan a ser atendidas por los centros de salud mental porque se quedan en la atención primaria, acuden directamente a una clínica privada, a alguna asociación o a la unidad de trastornos alimentarios del Hospital Clínico Universitario de Santiago.

Actualmente no llega a diez el número de personas atendidas en las dos unidades de salud mental de Ferrol, todas ellas mujeres de entre 14 y 18 años en el caso de las anoréxicas y de entre 20 y 30 si la paciente es bulímica. Pero no siempre fue así. En los años noventa se produjo un repunte de los trastornos de la alimentación que casi 20 años después se ha conseguido rebajar. «Ahora hay más estudios y mayor información, lo que hace que la enfermedad se detecte más rápidamente y que la atención sea mejor», explica Lago.

La mayoría llega a las consultas de salud mental empujadas por sus familiares. Son dos problemas los que provocan los trastornos de la alimentación, según relata el psicólogo. «La relación con el peso y la comida y, en segundo lugar, la relación con uno mismo y los demás. A partir de ahí existen tres formas distintas de presentación: la anorexia, la bulimia y los trastornos no específicos».

En términos generales, quien padece anorexia es una persona «muy racional, controladora y autoexigente». En el caso de las bulímicas, «las pacientes buscan mayor estabilidad social, son algo obsesivas y confunden los deseos con sus posibilidades». Estas enfermedades suelen aparecer en la pubertad, «cuando uno empieza a valorar y a analizar su cuerpo», explica Lago. Tanto, que pueden incluso llegar a desnutrirse y requerir ser alimentadas por vía parenteral, asegura el endocrino del Área Sanitaria de Ferrol Diego Bellido. Además del tratamiento psicológico, es su especialidad la que se encarga de devolver el peso ideal al paciente, un tratamiento complejo si se tiene en cuenta que si no se hace correctamente el enfermo puede sufrir el síndrome de la realimentación y morir al renutrirse. «Hace tres años tuvimos que solicitar un auto judicial porque una paciente no quería comer. Se consiguió y procedimos a la alimentación forzada», afirma. En Ferrol se realizan al año entre 3 y 4 ingresos hospitalarios. En su consulta también se recibe a pacientes con otro tipo de trastornos, como el de los atracones, el más frecuente.