Esteiro tira su muro de la vergüenza

FERROL

El derribo del tabique que separaba los locales de las dos asociaciones vecinales del barrio escenificó la unión de una entidad que funciona en conjunto desde el verano

20 nov 2009 . Actualizado a las 12:54 h.

La Asociación Vecinal de Esteiro ya es físicamente una. El muro de pladur y ladrillo levantado en el 2001 para dar cabida a las dos entidades existentes en el barrio ya es historia. La pared cayó el pasado martes y fue sustituida por una puerta corredera de cristal que ayer estrenaban dirigentes vecinales y municipales. Encima de una mesa quedaba un simbólico martillo que no llegó a ser utilizado. «Non fai falla: as cousas deben caer polo seu propio peso», dijo el alcalde. Sobrevolaba el acto la ineludible comparación con el reciente aniversario de la caída del muro de Berlín y Vicente Irisarri no tardaba en dejarlo caer: «Simboliza o mesmo: que aqueles que se consideraban diferentes aparcan as súas diferenzas e deciden traballar en común». Ayer todo eran sonrisas. Ni un ápice del agrio enfrentamiento entre la asociación preexistente hace una década, la Concepción Arenal, y la nueva, Fontelonga, nacida ante el desacuerdo existente con su gestión. La tensión fue relajándose con los años y acabó en una convivencia pacífica, pero con cada uno en su lugar. Estatutos entregados Las gestiones para la unificación se iniciaban hace unos dos años, pero de forma intensa desde la pasada primavera culminaron con una primera asamblea general en julio, realizando en la práctica la unión. El derribo del muro simbolizaba esta semana el acuerdo alcanzado entre ambas entidades, que aún tendrán que salvar el obstáculo de los trámites oficiales. Los estatutos están ya presentados ante la Consellería de Xustiza y la nueva entidad, la Asociación Veciñal de Esteiro -nueva denominación que unifica y elimina las coletillas-, tiene ya su propio NIF y está inscrita en el registro oficial de entidades del Concello y la Diputación. En el mes de enero se convocarán las primeras elecciones para constituir la junta directiva de una asociación que funciona ahora con una gestora que preside el anterior responsable de Fontelonga, Xosé Miguel López Hermida, y tiene como vicepresidente a José Manuel López Pita, ex dirigente de Concepción Arenal. Un barrio, una asociación. El lema se cumple ya en Esteiro, pero su modelo debería ser exportado, a juicio de Irisarri. «Non queremos ser exemplo de ninguén», argüía López Hermida. Pero el alcalde discrepa: «Debería servir de guión para outros casos», entre los que citó explícitamente a Doniños, una parroquia con 400 habitantes que cuenta con cinco entidades vecinales. Tras la unión de las confederaciones empresariales y clubes de baloncesto, ahora llega la unificación a las asociaciones, destacó. Y además, habrá recompensa: «O goberno prima as fusións», aseguró, lo que se traducirá en más subvenciones municipales para incentivarlas.