Una familia con mucha puntería

TEXTO Beatriz Antón FOTO José Pardo

FERROL

El padre comenzó a lanzar flechas casi por casualidad, y con el tiempo contagió la pasión a sus hijos: «Es que el tiro con arco engancha mucho», dicen los tres

28 sep 2009 . Actualizado a las 14:23 h.

Si en la comarca ferrolana hay una familia de Robin Hoods, esa es sin duda la de Anxo Grandal d'Anglade. El tiro con arco es la gran pasión de este clan y todos y cada uno de sus cuatro miembros se encuentran conectados a él de alguna manera. Además de arquero, Anxo preside el Club Arco de Narón, donde entrena a las nuevas promesas de las flechas junto a su hijo, otro Anxo Grandal. Pitusa, su mujer, es monitora y jueza. Y luego está Iria, la más joven de la familia, que ha conseguido brillar con luz propia al colarse en la élite española de esta especialidad deportiva.

Pero para contar esta historia desde el principio hay que remontarse quince años atrás, cuando el tiro con arco entró en la vida de los Grandal por pura casualidad. Todo empezó en el Club de Campo, donde el hijo de Anxo y Pitusa solía jugar al fútbol sala de niño. «Un día, mientras esperábamos a que saliese del entrenamiento, vimos a unos señores que entraban con unos arcos y unas flechas, así que nos quedamos a verlos, y Pitusa, que nunca fue muy deportista, se quedó muy sorprendida... ¡Por fin daba con un deporte en el que no había que correr ni sudar!», cuenta Anxo entre risas.

Así que la primera que se puso frente a una diana fue Pitusa, al cabo de un año le siguió su marido, y después fueron sus dos hijos los que se quedaron enganchados al tiro con arco. Varios años después, en septiembre del 2001, la familia Grandal fundó el Club Arco junto a Pablo Martín, Chely Plaza y Mon Vidal y, desde entonces, no han dejado de trabajar para aumentar la afición por esta disciplina en la comarca.

Además, y por si eso fuera poco, hay pruebas suficientes que acreditan la buena puntería del clan. Entre otros méritos, Anxo se siente especialmente orgulloso de haber sido campeón gallego en cuatro ocasiones. Su hijo y tocayo también se ha subido al podio en numerosas ocasiones. Y el palmarés de Iria es de esos que quitan el hipo: en el 2006 fue subcampeona del mundo en la categoría cadete, y el año pasado se anotó un primer puesto en el campeonato de España por autonomías junto a Gema Buitrón y Magdalena Beltrán, sus compañeras de la selección gallega.

A nivel competitivo, ella es la estrella de la familia y prueba de ello es la beca de la que disfruta desde el año pasado en la residencia Blume. Allí se adiestra con entrenadores procedentes de Corea, un país en el que el tiro con arco es el rey, «al igual que el baloncesto lo es en Estados Unidos», explica Grandal d'Anglade.

¿Pero qué es lo que tendrá este deporte que tiene hipnotizada a toda la familia? «Eso es algo difícil de explicar, porque desde fuera el tiro con arco puede parecer aburrido, pero todo cambia cuando tiras la primera flecha; ahí te das cuenta de lo difícil que es y por qué es un deporte olímpico», apunta el padre. Su hijo Anxo destaca que se trata de una disciplina muy relajante, «con la que consigues olvidarte de todos los problemas». Y su hermana Iria se muestra tajante: «Es un deporte en el que la lucha no es con otro, sino con uno mismo, y no sé lo que tendrá, pero simplemente te engancha». Como a Robin Hood, lo que más les gusta a los Grandal es coger la flecha, tensar el arco... Y dar en el centro de la diana.