Diario de un viaje a Mongolia

Antía Urgorri redac.ferrol@lavoz.es

FERROL

30 jul 2009 . Actualizado a las 02:50 h.

El pasado 10 de julio les contábamos en la refrescante sección de Al Sol la aventura solidaria que iban a emprender cuatro jóvenes gallegos, dos de ellos de Fene, para llegar en coche a Mongolia. Antes de embarcarse en la quinta edición del Mongol Rally, en el que participan 400 equipos de todo el mundo, prometieron tenernos al tanto de sus peripecias mediante un blog. Y sí lo han cumplido. En la página www.scrachtgalicia.org, Edgar Vigo, Fátima Ameneiro -ambos de Scracht Fene-, Noé Parga y Chus Álvarez relatan su día a día desde que salieron de Vilagarcía de Arousa el día 16 hasta ayer mismo, cuando estaban a punto de adentrarse en Kazajistán.

Los participantes de España en el rali salieron de Barcelona, para luego reunirse en Praga con el resto de equipos de todo el mundo. El punto de encuentro tuvo lugar «no fermoso castelo de Klenova». Ahí empezó el trayecto hacia Mongolia. No se trata de una carrera, sino de un rali solidario, en el que el objetivo es llegar a Ulan Bator para llevar ayuda humanitaria. Los cuatro jóvenes, tras implicar en su aventura solidaria a un buen número de empresas y administraciones, llevarán a dos oenegés que trabajan en el país medicamentos, gafas graduadas y de sol y material escolar. Entre los patrocinadores, figuran Dolce Vita Odeón y Alain Afflelou.

El viaje continúa... destino a Ucrania. Los jóvenes se encuentran las primeras dificultades: carreteras regulares y mucho calor. Para recorrer los 13.000 kilómetros de la ruta, cuentan con dos Fiat Seicento, de segunda mano. Una de las condiciones de la organización es que los vehículos tienen que tener menos de diez años y una potencia máxima de 1.200 centímetros cúbicos. Empiezan los problemas para pasar la frontera a Ucrania, lo que provoca un retraso de tres días en el plan de viaje. Edgar, Fátima, Chus y Noé también se las tienen que ingeniar para descubrir cuál es la gasolina que pueden echar en sus coches. «A partir de Alemania, a gasolina está aditivada con benceno», afirman. En una estación de servicio, descubren que la respuesta es: 98 benzini.

Tras varios días separados los dos equipos de Scracht Galicia, por no poder pasar ambos coches la frontera, se reúnen para seguir juntos rumbo a Mongolia. Las primeras apariciones policiales, de las que ya estaban advertidos, se producen en Kiev, capital de Ucrania. «Os axentes atopábanse nunha autovía limitada a 120 km/hora e nos pararon por ir a 98, nunha zona de 60, segundo eles, todo mentira», explican.

La llegada a Rusia se produce en el duodécimo día de aventura. Cuatro horas para dormir en el propio coche, picaduras, problemas de comunicación, sobornos policiales, más papeleo en la frontera... Este pasado martes, el equipo se encontraba en Astracan, en el sur de la Rusia europea para salir rumbo a Kazajistán. Tras disfrutar de una noche de hotel -«el último lujo, nos lo merecemos, de trece días que llevamos solo tres días dormimos en una cama», apuntan-, inician la etapa más dura del viaje. «Ahora empieza la aventura, de verdad. A Mongolia vamos todos». Mucha suerte.