Un hotelazo con un toque ferrolano en el corazón de Nueva Delhi

Beatriz Antón beatriz.anton@lavoz.es

FERROL

22 may 2009 . Actualizado a las 16:23 h.

De directora de un hotel de la capital de la India. Nemasté, queridos fisgones de La Mirilla. Hoy comenzamos así, con este saludo a lo indio, porque de un plumazo nos vamos a plantar en Nueva Delhi . Les explico porqué. Resulta que la página de hoy va de profesionales ferrolanos de la hostelería y para hablar de nuestra primera protagonista nos tenemos que marchar allí. A la capital de la India. Porque es en el corazón de esta caótica ciudad donde, desde hace muy pocos días, trabaja y vive Paula Camba . Esta ferrolana de 30 años, que estudió Turismo en nuestra ciudad y que lleva ya bastante tiempo dando vueltas por el mundo, dirige un precioso hotel boutique llamado b nineteen en Nueva Delhi. Según nos explica la propia Paula, se trata de un establecimiento que está ubicado en un imponente edificio de estilo colonial, rehabilitado recientemente por los dos arquitectos norteamericanos propietarios del hotel. Para la ferrolana, lo mejor de Delhi es sin duda «la amabilidad de sus gentes, los colores (que no los olores) de la ciudad y, por supuesto, sus mercados, siempre en constante movimiento».

Si Camba ha accedido a hacerse cargo de este imponente hotel, no es por su cara bonita (que también la tiene), sino por su profesionalidad y experiencia. Porque antes de desembarcar en Delhi, Paula ya hizo sus pinitos en el mundo de la hostelería. Y menudos pinitos. Tras estudiar en Ferrol, se marchó a Berlín para aprender alemán. Después estuvo trabajando dos años en el hotel de cinco estrellas El Palau de la Mar de Valencia y acto seguido realizó un máster de dirección de hoteles en la Universidad Europea de Madrid, con prácticas en la prestigiosa Ecole Hotelier en Suiza . De allí puso rumbo a Dubai , donde estuvo trabajando estos tres últimos años, antes de marcharse en la India. ¿Y qué hizo todo ese tiempo en Dubai?, se preguntarán ustedes. Pues nada más y nada menos que trabajar en el One&Only Royal Mirage Resort , un impresionante complejo hostelero que se extiende frente a la ya famosa isla de la Palma. Para hacerse una idea del caché de este hotel, en el que Paula trabajaba como directora de la planta ejecutiva, solo les diré que Karl Lagerfeld , Donna Karan , Carolina Herrera , Roberto Cavalli , David Beckham , Roger Federer o Alberto Cortina se encuentran entre sus clientes habituales. Pero no es de ellos de los que más se acuerda Paula. De su experiencia en Dubai se queda con las amistades que allí construyó -en el hotel trabajaba gente de India, Sri Lanka, Indonesia, Francia o Pakistán- y con lo «muchísimo» que aprendió a nivel profesional. Y pese a que tiene alma de trotamundos, asegura que algún día le gustaría volver a su tierra. «Viajar y conocer otras culturas te hace valorar mucho el sitio de donde vienes», dice convencida.

Y también de viajar saben un rato Jorge Díaz Rodríguez y Beatriz López , dos ferrolanos que cursan su quinto año de Gestión y Dirección de Empresas Hosteleras en el Centro Superior de Hostelería de Galicia y que en los próximos meses darán carpetazo a sus estudios con la realización de sus últimas prácticas de verano. Jorge pondrá rumbo hacia la República Dominicana este fin de semana, mientras que Beatriz López se acaba de marchar a Cádiz . Pero vayamos por partes que si no nos vamos a liar. Jorge cruzará el charco para trabajar en el Canoa Beach Hotel de Bayhaíbe, donde hará prácticas de asistente de dirección durante cinco meses. Pero esta no es la primera vez que comprueba sobre el terreno como es el sector al que se ha acercado desde las aulas. Al igual que Beatriz y el resto de compañeros del Centro Superior de Hostelería de Galicia, Jorge ha tenido que hacer prácticas desde el primer curso. Y en esas prácticas ha hecho de todo un poco: el primer año estuvo en Menorca como camarero; el segundo hizo de cocinero en un hotel de Bélgica ; al tercero le tocó ser recepcionista en Fuerteventura ; y el año pasado, tras su cuarto curso, trabajó como asistente de dirección en un hotel de Cancún . Jorge, al igual que Beatriz, considera que pasar por todos estos niveles antes de acceder a los cargos más altos ha sido muy beneficioso para su formación. «De esta forma -explica este joven de 25 años-, conoces mejor las necesidades del personal y hasta dónde pueden llegar; es una experiencia que te sirve para después no exigir de más, pero tampoco de menos». «Y además -apunta Bea López- te da una enorme lección de humildad». Para ella, que ya se encuentra en Cádiz para hacer prácticas en un hotel de la cadena Barceló , su paso por el Centro Superior de Hostelería de Santiago ha sido todo un aprendizaje: «Al principio sus métodos de enseñanza me parecieron un poco chocantes, porque desde el primer día hay que ir a clase en traje de chaqueta y tacones, pero ahora me doy cuenta de que me han servido para curtirme mucho tanto a nivel profesional como personal». El espacio se nos acaba, así que nos tenemos que despedir. De Cádiz. Del Caribe. Y de Nueva Delhi. Alavidha!