Reganosa, la sociedad promotora de la planta de regasificación de Mugardos, cumplirá en menos de un mes su primer año de funcionamiento dentro del sistema gasista nacional. La compañía cerró su primer ejercicio económico con un saldo positivo, pese a no disponer al cien por cien de sus infraestructuras -ya que todavía faltan dos tramos de uno de sus gasoductos- en concreto con unos beneficios de 133.000 euros.
«Las cuentas representan el paso de un proyecto de inversión a una empresa en operación», explicó Emilio Bruquetas, director económico de Reganosa.
La sociedad -participada por Endesa; Unión Fenosa; Grupo Tojeiro; Caixa Galicia; Sonatrach; la Xunta; Caixanova y Banco Pastor-, tiene, al igual que el resto de regasificadoras del país, garantizada por ley la recuperación de la inversión realizada en el período de vida útil de las instalaciones. La retribución que realiza el Estado a las plantas de gas se efectúa tomando en cuenta el coste de la inversión realizada, las características de la instalación y la fecha de entrada en operación, entre otros.
La mayor parte de la retribución que percibe la empresa durante los primeros años de funcionamiento es fija, aunque también «influye la actividad que realicemos en nuestros resultados, de forma que cuando produces más, tus consumos son menores porque operas de forma más eficiente».
Durante el 2007, Reganosa registró unos ingresos cercanos a los 30 millones de euros, unos recursos generados tanto por su actividad de regasificación como de transporte. En este último caso, hay que destacar que el primero de los gasoductos comenzó a funcionar en marzo del 2007 y el segundo, aún incompleto, en agosto.
Deuda blindada ante la crisis
Por otro lado, Emilio Bruquetas significó que la financiación del proyecto -realizada con un crédito a 25 años- cuenta con mecanismos de protección frente a las subidas de los tipos de interés. «La mitad de nuestra deuda está cubierta a tipo fijo», explicó, lo que evita incrementos de los gastos financieros.
Las previsiones que maneja la compañía son las de generar, en un plazo de cinco años, una facturación de 284 millones de euros, 12 de los cuales se aportarán al Puerto en concepto de tasas y tarifas.