La importancia de un caladero venido a menos

L. C. Saavedra

FERROL

23 sep 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Un caladero para el que se cuantifican 16.000 toneladas al año de fletán -y algunas especies accesorias que se izan a bordo, pero en mucha menor cantidad- no debería tener una importancia tan grande para la flota gallega. De hecho, de la vasta zona del Atlántico norte, la de la NAFO es la que menos aporta desde un punto de vista pesquero. Pero el hecho cierto es que, hoy por hoy, aún tiene una relevancia colosal: el Atlántico norte es, sin duda, un laboratorio desde el punto de vista económico, biológico, jurídico, ecológico y diplomático, porque en él, pese a que es un caladero venido a menos, se concentran diferentes visiones, que van más allá del apunte de los cupos anuales, y que trascienden hacia un riquísimo debate de ideas de cuál es la forma correcta de gestionar los recursos del mar.

Primero, parece que es por todos admitido que el conocimiento y los datos de que disponen los científicos no son suficientes. Eso podría sesgar la recomendación científica final -y por tanto el cupo definitivo-, o peor aún, puede ofrecer datos sobre datos erróneos; es decir, que el estado de salud del caladero podría estar mejor o peor de lo que se presupone. Por las razones que sean, el plan de recuperación no está funcionando como se esperaba.

Arrancó en el 2003 y estará vigente hasta el 2019. Los científicos deben admitir que están lejos de conocer la dinámica de esta especie, y que sus métodos de evaluación pueden no ser del todo eficaces. Con todo, los informes revelan sin ambages que los reclutamientos no son buenos y que la biomasa necesaria está muy lejos todavía de los 140.000 toneladas preceptivas para poder recuperar la pesquería hasta autorizar la pesca de unas 30.000 toneladas anuales.

Discrepancias

Con esta perspectiva, el comité de pesquerías tiene que hilar muy fino, porque se ha autocensurado para no bajar o subir el TAC más de un 15% cada año, con vistas a que los ajustes para las empresas armadoras no sean demasiado duros. Los empresarios, por su parte, no están de acuerdo ni con el método de análisis, ni con sus resultados finales, porque no tienen en cuenta las llamadas capturas por unidad de esfuerzo (CPUE), que muestran un incremento general de la biomasa. Lo han ratificado los informes de capturas de los buques españoles, canadienses y japoneses, que coinciden en la mejoría general del caladero.

Toda esta matemática, ciencia y biología que se traen entre manos también tiene un cariz seudopolítico. No es la primera vez que el comité de la NAFO se reúne en Galicia. Pero sí es la primera vez que lo hace en la ciudad. Hay quien se quejaba de que podría parecer una provocación reunirse en Vigo cuando se sabe que va a haber un recorte de cupos. ¿O será un premio a una ciudad marinera como pocas?