La madre de la niña asesinada en Narón dejó ayer la cárcel de Teixeiro

Francisco Varela

FERROL

20 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Paola Andrea Vélez Benítez, la madre de la niña asesinada en Narón en junio del 2005, salió ayer tarde de la cárcel de Teixeiro. La acompañaba su abogado, el letrado Julio Barros, y a la puerta del penal aguardaban varios familiares.

El pasado 2 de junio el Tribunal Supremo anuló la sentencia de la Audiencia que la condenaba por homicidio juntamente con el que era su novio, el naronés Iván Naveiras Díaz, a 15 años de cárcel y otros tres años y medio por maltrato habitual. El Supremo, que obliga a repetir el juicio, sostiene que de los hechos no se deduce una participación igual de ambos. Sugiere que el ex novio sí pudo ser el autor material, pero que ella, aun considerándola autora de malos tratos o del descuido de la pequeña (Natalia tenía unos tres años), no habría participado en el homicidio.

La opción constitucional

La Audiencia, que retoma ahora el asunto y debe organizar el nuevo juicio, ha dictado un auto poniendo en libertad a Paola. La resolución considera que no debe permanecer en la cárcel (en la que ingresó en el 2005 y de la que saldría y a la que volvería antes del juicio tras recurrir su libertad provisional la acusación particular). Dice que a la luz de la sentencia del Tribunal Supremo la opción constitucionalmente más acertada en estos momentos es su puesta en libertad provisional.

Queda obligada a presentarse todos los martes, jueves y sábados, a las once de la mañana en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Ferrol, mientras no se celebre el nuevo juicio que podría quedar para después de las vacaciones judiciales de agosto, dada la complejidad de organizar una vista con decenas de peritos, testigos y partes personadas.

El informe forense

Al no existir testigos directos de la supuesta agresión, los cargos que pesan sobre Iván Naveiras y Paola Andrea se fundamentan en los informes policiales y forenses. La autopsia reveló un cuadro de hasta treinta lesiones (hematomas, fracturas de costillas ya cicatrizadas y otras) y, por último, la rotura del asa intestinal, supuestamente ocasionada por un fuerte golpe que los técnicos no atribuyen a una caída. A la hora en que supuestamente recibió este golpe mortal, la pequeña se encontraba al cuidado de Iván. Paola Andrea había ido a trabajar en una panadería de Covas (Ferrol).