O Morrazo está poblado de yacimientos arqueológicos desde sus zonas más altas hasta el mar. Cangas y Moaña cuentan, entre ellos, con unos 40 petroglifos catalogados. La construcción de la vía rápida obligó a trasladar un par de ellos, el de Gondarán, en Cangas; y el de A Devesa, en Moaña. El primero está abandonado en las instalaciones de A Granxa da Rúa y las piedras grabadas que quedaron en el lugar original están amenazadas por un vertido de escombro procedente de unas obras municipales realizadas años atrás.
El de A Devesa fue perseguido, se diría que con saña, hasta su desaparición. Se trasladó al lado de la rotonda de la vía rápida en Meira y posteriormente, al descuido, se le echó tierra encima, quedando desde entonces oculto, aunque parece ser que Patrimonio pretende sacarlo de nuevo a la luz.
El colectivo ecologista Luita Verde presentó sendas denuncias, pero a día de hoy desconoce el estado de los expedientes.
El pasado año, Patrimonio sancionó con 130.000 euros a una empresa de excavaciones por realizar vertidos al lado del petroglifo de Pozo Garrido, además de imponerle la obligación de retirar la tierra y un muro que había hecho para contenerla.
Luita Verde denuncia ahora que dicha empresa no solo no retiró los vertidos, sino que siguió echando más tierra. Las lluvias de febrero las están arrastrando y depositando justo encima del petroglifo.
El grupo ecologista tiene hoy concertada una reunión con la delegada de Cultura en la que le expondrá una a una las agresiones al patrimonio de los últimos años. Luita Verde entiende que tanto Cultura como los concellos mantienen un comportamiento «irresponsable» y les exige que actúen.