El pleno de la corporación municipal aprobó ayer, con los votos favorables del PSOE, Izquierda Unida y el Bloque, y con el rechazo de los ediles del Partido Popular y de Independientes por Ferrol, el primer reglamento de usos del teatro Jofre. Fue una aprobación de facto , ya que lo que realmente se discutía era la desestimación de la única alegación presentada en contra del documento. Un recurso promovido por la Asociación Cultural Ti e Máis Eu Teatro, en el que se defendía la vinculación del Jofre al Padroado das Artes; se trataba de un documento (y de un posicionamiento, también) que la corporación desestimó de forma mayoritaria, atendiendo la recomendación de los técnicos municipales, cuyo informe sostiene que a quien está adscrito el Jofre no es al Padroado, sino al «área de Cultura» del Ayuntamiento. El caso es que la desestimación de ese único recurso en contra del reglamento supone, en la práctica, que éste tiene ya carácter oficial. Pero nace -bien claro quedó eso ayer, durante una sesión plenaria larga y a menudo verdaderamente tensa...- envuelto en una agria polémica.
Una polémica, por otra parte, que nada tiene que ver con el contenido del recurso rechado. Y que nace de una discusión muy diferente: de la prohibición de celebrar en el Jofre actos cuyo carácter pueda ser calificado de «relixioso». Para ser más exactos, de la prohibición de que allí tenga lugar el pregón de la Semana Santa. De hecho, ayer,tanto Independientes por Ferrol como el Partido Popular pidieron, en el pleno, que aunque el reglamento del Jofre entre en vigor en los términos respaldados por las dos fuerzas políticas del gobierno municipal -PSOE e Izquierda Unida- y por el BNG, se permita la celebración del pregón, que este año pronunciará el almirante Torrente. Y lo hicieron con un argumento defenido con especial empeño tanto José Manuel Vilariño (PP) como por Pita-Romero (IF), mediado un debate en el que en defensa de esa misma postura también intervino Juan Fernández, mientras el alcalde pedía que no se utilizasen para la confrontación política «as crenzas das persoas», para las que demandó «o maior dos respectos».
Una cuestión semántica
El principal argumento esgrimido por la oposición -un argumento que rechazó, desde las filas del gobierno municipal, la socialista Mercedes Carbajales, delegada de Educación- era que aun prohibiéndose los actos religiosos en el Jofre, no habría razón alguna para impedir la celebración del pregón de Semana Santa, ya que al no ser dicho pregón un acto de carácter litúrgico, su naturaleza no puede ser considera esencialmente religiosa, sino cultural -y, si acaso, social-en el más amplio de los sentidos de ambos términos.
El debate se volvió definitivamente agrio cuando Vilariño acusó a la primera teniente de alcalde y concejala de Cultura, Yolanda Díaz (IU) de estar expulsando del Jofre, en función de sus creencias religiosas, a buena parte de los ciudadanos de Ferrol. Una acusación ante la que Yolanda Díaz replicó diciéndole a Vilariño que no hay peor fe que «a dos conversos» y asegurando -en idénticos términos que alcalde, que también se refirió a esta cuestión en otro momento del debate- que la Semana Santa de Ferrol no solo no está siendo postergada por el Ayuntamiento, sino que este año «tería máis apoio do Concello do que tivo xamais».