El desvío a un mitin de Quintana en Oia de varios autobuses de pensionistas que habían pagado 15 euros por una excursión a Portugal ha servido para que las televisiones estatales alimentasen durante la jornada de ayer los estereotipos de una Galicia ignorante y caciquil. Ese país de las caricaturas de Castelao y del voto cautivo que combatieron con ardor los fundadores del nacionalismo y del Bloque saltó a los telediarios y a las tertulias de las emisoras. El candidato se proclama inocente y víctima de un error, pero alguien en su equipo que todavía no ha sido destituido le ha hecho daño, no solo a las siglas del BNG, sino a la imagen de Galicia.
En el ecuador: la basura se impone a la propuesta
La campaña ha llegado al ecuador y, aunque todo apunta a una reedición del bipartito (ya se verá con qué equilibrios), la incertidumbre provoca que la basura se imponga a las propuestas. Filtraciones, dosieres, insultos, acusaciones de despilfarro, de favoritismos a familiares, de asuntos personales o de parientes de los candidatos, provocarán más hastío en torno a la política que beneficios a corto plazo a quienes las difunden. La campaña está en el ecuador, pero ¿alguien es capaz de citar tres propuestas programáticas concretas de los partidos en liza?
Confirmado: aumenta la abstención
El miedo de los partidos a una caída de la participación pasó ayer a ser una evidencia. Las solicitudes para el voto por correo (gallegos que residen temporalmente fuera o que no pueden acudir el domingo al colegio electoral) han caído un 20% respecto a las últimas autonómicas. Ahora ya no solo son las encuestas las que atisban que el electorado está desencantado y mucho menos motivado que cuando en el 2005 había que decidir entre cortar o continuar con el fraguismo. Las encuestas, el voto por correo y los pinchazos de asistencia en los mítines van en la misma dirección: abstención.