Son la regatista Petra Niemann, la piragüista Nicole Reinhardt, la yudoca Romy Tarnagul y la jugadora de hockey Katharina Scholz.
14 ago 2008 . Actualizado a las 16:28 h.La velerista olímpica alemana de la categoría laser radial Petra Niemann se hizo el mejor regalo para sus 30 años: hoy, aniversario de su nacimiento, la pequeña atleta de 1,63 metros apareció en la portada de la edición alemana de «Playboy».
En el interior de la revista la acompañan igualmente desnudas la piragüista Nicole Reinhardt, la luchadora de judo Romy Tarangul y la jugadora de Hockey Katharina Scholz.
«Es un recuerdo para siempre, algo hermoso para mí y estoy súper contenta de haberlo hecho», dijo en Qingdao orgullosa Niemann, farmacéutica de profesión que con el apoyo de su mamá («Qué cool», le dijo al enterarse) aceptó que se la fotografiara desnuda en la ciudad de Viena.
Aunque la regatista se alegra de su aparición en la conocida publicación, no le ocurre lo mismo con su actuación olímpica en la Bahía de Fushan. Todavía busca ponerse a tono tras un fallido inicio al comienzo de la competencia, que la dejó en el puesto 24 entre 28 competidores.
La esgrimista alemana Britta Heidemann, por su parte, que también posó desnuda en «Playboy» en 2004, conquistó al público chino tras alzarse con una medalla de oro en espada individual el miércoles.
Heidemann cuenta con una ventaja previa que la ha convertido en una celebridad en el país anfitrión de los Juegos, pues pasó tres meses en China a los 15 años, estudia Sinología en la universidad de Colonia y volverá a trabajar en China en el mes de septiembre.
Tras ganarse la medalla de oro se volvió el centro de la atención mediática cuando respondió en chino las preguntas de los periodistas locales, que quedaron fascinados con la «pequeña alemana». La agencia de noticias china Xinhua llegó incluso a mencionar su amor por China como la razón por la que había conseguido el oro.
Pero el golpe definitivo llegó al difundirse las fotos que hizo para la «Playboy» después de ganar una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. La sablista se convirtió en estrella y ahora le llueven ofertas en chino.