Pretende recortar 2.165 millones, un 25 % del presupuesto manchego
03 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Dolores de Cospedal ha sido la primera en dar ejemplo de la política de austeridad máxima que pretende aplicar Mariano Rajoy. Al día siguiente de que el líder del PP exigiera a los presidentes autonómicos del partido que se pongan urgentemente manos a la obra en la reducción del déficit de sus comunidades para cumplir las exigencias de Bruselas, la secretaria general popular y presidenta de Castilla-La Mancha expuso ayer públicamente un plan de recortes que incorpora medidas nuevas al que ya presentó el 31 de agosto y que eleva a 2.165 millones de euros el ahorro previsto, un 19,2 % más de lo anunciado inicialmente y que equivale a la quinta parte del presupuesto de la comunidad para este año.
El grueso del ajuste lo soportarán los 70.000 funcionarios autonómicos, que verán recortados sus sueldos en un 3 % y que además tendrán que trabajar 2,5 horas más a la semana (su jornada pasará de 35 a 37,5 horas), y afectará fundamentalmente a la sanidad. La vía en este caso será la privatización de la gestión y construcción de nuevos hospitales. La Junta de Castilla-La Mancha ya ha sacado a concurso la administración de los hospitales de Almansa, Manzanares, Tomelloso y Villarrobledo. Además, empresas privadas se harán cargo también de las ampliaciones de los centros de Albacete y Guadalajara, y del nuevo de Toledo. El proceso privatizador lo pilota el consejero de Sanidad, José Ignacio Echániz, que ya lo fue de la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre, cuyo modelo está trasladando ahora a la comunidad vecina. De Cospedal descartó con rotundidad la introducción del copago, aunque advirtió que aplicará medidas, que no especificó, para frenar lo que denominó «demanda inapropiada» de servicios sociosanitarios.
Junto a Sanidad, que sufre un recorte de 834 millones, la consejería más afectada por el tijeretazo es la de Educación, que deberá ahorrar 460 millones de euros. La vía en este caso será la extensión de la red de colegios concertados y privados. Además, se reducirá la subvención que recibe la Universidad de Castilla-La Mancha. Y en línea con lo ya aprobado en otras comunidades gobernadas por el PP, se suprime la gratuidad total de los libros de texto.
La tercera pata del ajuste, además de los recortes estructurales en Sanidad y en Educación, son los gastos de personal. Al recorte salarial del 3 % bruto, que se aplicará sobre los complementos específicos, se suman otras medidas como la congelación de los complementos por carrera profesional del personal sanitario, que, además, deberán retirarse a la edad de jubilación y dejarán de percibir cantidades millonarias, en palabras de Cospedal, por horas extraordinarias. Además, para combatir el absentismo laboral, que considera desproporcionado, los funcionarios deberán justificar las bajas desde el primer día, y no desde el cuarto, como hasta ahora.
En un primer paso hacia su posterior privatización, De Cospedal reducirá las subvenciones a la televisión autonómica. Además, paraliza todas las obras públicas en carreteras, incluidas algunas ya adjudicadas. Asimismo, subastará los coches oficiales de los consejeros para sustituirlos posteriormente por otros de gama media en régimen de arrendamiento financiero. Finalmente, deja a los miembros del Gobierno sin paga extra y prohíbe las facturas por almuerzos de trabajo que superen los 18 euros por comensal y que no estén autorizadas con la firma del consejero correspondiente.
Ahorro de 2.165 millones
El grueso del ajuste corresponde a Sanidad (834 millones) y Educación (460).
Reducción salarial del 3 %
Los funcionarios deberán trabajar 2,5 horas más a la semana (de 35 a 37,5).
Privatizaciones
Subastará la gestión de cuatro hospitales y las obras de tres. Ampliará la red de colegios concertados y privados. Reducirá subvenciones antes de privatizar la televisión.