En agosto trasladó su inmobiliaria a la oficina donde el principal acusado tiene sus empresas y antes de irse a EE.UU. nombró apoderado a otro imputado
11 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Iñaki Urdangarín no se desvinculó de la trama del Instituto Noos cuando el 14 de junio del 2006 dejó la presidencia tras las polémicas por las cuantiosas facturas pasadas al Gobierno balear de Jaume Matas. Es más, en los últimos dos años el exdeportista retomó los vínculos con el entramado societario que dirige Diego Torres Pérez, su exsocio en Noos en el período en que se cometieron los supuestos delitos y principal imputado en la operación Babel, que investiga el apoderamiento de fondos públicos por parte del yerno del rey y la familia de Torres.
Los informes policiales remitidos al Juzgado Central de Instrucción número 3 de Palma de Mallorca revelan los actuales vínculos de Urdangarín con su exsocio. Es más, se trata de relaciones de carácter público, ya que los atestados incluyen copias del registro mercantil. La más reciente evidencia de que el marido de la infanta Cristina sigue muy cercano a Noos es que el 12 de agosto la inmobiliaria Aizoon S.L., de la que el duque es administrador único, trasladó su sede desde la calle Elisenda de Pinos ,de Barcelona, al 224 de Balmes, planta cuarta, puerta 1. La misma vivienda en que desde hace años, según el registro, tiene su sede Noos Consultoría Estratégica S.L., empresa de «alquiler de inmuebles» creada en el 2001, de la que Torres es administrador único y a la que el juez del caso Palma Arena, José Castro, sitúa en el centro de la trama de desvío de fondos, junto a otras cinco firmas.
La empresa del yerno del rey no solo comparte locales con la consultora. En noviembre del 2010, la mujer de Torres, también imputada en el caso y consejera de Noos en la época de Urdangarín, Ana María Tejeiro, creó otra empresa (Octium S.L.) con el objeto social de «relaciones públicas y patrocinio deportivo». Octium, en la que Tejeiro es administradora única, también fue domiciliada en Balmes.
Mario Sorribas
El otro vínculo con el entramado diseñado por Torres con Urdangarín igualmente viene a través de Aizoon. Cuando los duques de Palma se marcharon a vivir a EE. UU. en el verano del 2009, el exdeportista dejó su firma en manos de uno de los principales implicados en la operación Babel. Según el registro mercantil, el 25 de agosto Aizzon nombró como apoderado a Mario Sorribas Fierro. Sorribas, que ya fue interrogado e imputado por el juez, es uno de los hombres de confianza de Torres, al que este colocó como administrador de otra de las empresas a las que Castro sitúa en la trama, De Goes Center for Stakeholder Management S.L.
Se da la circunstancia de que la policía indaga si esta firma, constituida tres meses antes de que Urdangarín dejara oficialmente Noos, pudo ser usada, además de desviar fondos públicos, para sacar dinero a Belice.
Sorribas fue en el 2005 uno de los miembros del comité organizador del Illes Balears Forum, evento que reportó ese año a Noos 1,2 millones provinientes del Gobierno de Jaume Matas (PP), y 1,1 millones el siguiente.
Aizoon y sus actividades se han convertido en el mayor problema para el esposo de la infanta. Según la pesquisa, al menos 116.000 euros de los 2,3 millones recibidos de Baleares acabaron en esta sociedad en concepto de gestión de logística por los congresos, antes incluso de que estos se realizaran. El juez sostiene que como Noos era una suerte de oenegé sin ánimo de lucro, los implicados usaron sus propias empresas, entre ellas Aizoon, para facturar a la fundación trabajos ficticios o presupuestos hinchados, «desproporcionados», en palabras del juez.
Beneficios de Aizoon
Según las cuentas depositadas en diciembre del 2010 en el registro, Aizoon dispone de unos activos de 1,47 millones y unos fondos propios de 956.000. La consultora se creó en febrero del 2003 con un capital social de apenas 3.006 euros. Desde su fundación, acumula unos beneficios de 939.000 euros.
Sin embargo, la Fiscalía Anticorrupción no prevé solicitar de momento al instructor que cite a declarar como imputado al duque. No tomará decisión alguna sobre su situación procesal hasta concluir el análisis de la documentación intervenida en la sede de Noos, así como otra requerida a Valencia, y se practiquen varias declaraciones testificales.
Mientras, la Casa del Rey se limitó a remitirse al absoluto respeto al trabajo de la Justicia.