Rajoy se compromete en su programa a no negociar con ETA

Enrique Clemente Navarro
enrique clemente MADRID / LA VOZ

ESPAÑA

El PP propugna la austeridad a ultranza y la bajada de los impuestos a los ahorradores

31 oct 2011 . Actualizado a las 12:40 h.

«No negociaremos con terroristas ni por la presión de la violencia ni por el anuncio de su cese». De esta forma Mariano Rajoy descarta en su programa electoral cualquier tipo de negociación con ETA en los nuevos escenarios que se puedan abrir después de que la banda anunció el cese definitivo de su actividad armada. «Este es un principio básico de la política de seguridad del Estado», señala tajantemente el texto programático del PP, en el que se compromete también a promover «el reconocimiento y la memoria de las víctimas» y apoyar las iniciativas de la sociedad civil en ese sentido.

Con esta promesa escrita negro sobre blanco de no sentarse nunca a negociar con ETA, el líder popular lanzaba un mensaje a las organizaciones de víctimas del terrorismo y a algunos dirigentes del sector «duro» de su partido que habían considerado demasiado complaciente su respuesta ante el comunicado etarra, al decir que no había habido concesiones.

El PP dio a conocer ayer, a cinco días del inicio de la campaña, un avance de su programa que aprobará hoy la dirección en Santiago de Compostela. Apuesta por dos ideas básicas: la austeridad a ultranza y los incentivos fiscales. Aunque Rajoy había dicho que en un primer momento no iba a tocar el IRPF, su oferta electoral contempla bajar la imposición sobre el ahorro, en una cuantía que no especifica. Así como mejorar la fiscalidad de los planes de pensiones, también sin concretar, y recuperar la deducción por compra de vivienda. En contraste con el PSOE, no prevé crear ningún nuevo impuesto ni ninguna subida para aumentar unos ingresos del Estado que el propio Rajoy considera muy preocupantes.

El resumen no aclara demasiado las propuestas en dos materias polémicas: la reforma laboral y el aborto. Sobre la primera, que el líder del PP considera prioritaria, no da apenas pistas. Tan solo dice que simplificarán los tipos de contratos para reducir la temporalidad, pero no se habla de un contrato único, como reclaman algunos sectores influyentes del mundo empresarial y político. Sí aboga por reformar la negociación colectiva para dar más facilidades a los empresarios.

Por lo que se refiere al aborto, tan solo se dice que cambiará el modelo actual para reforzar la protección del derecho a la vida y de las menores. No habla de derogar la ley aprobada por el Gobierno de Zapatero que considera el aborto como un derecho, pero es una fórmula que trata de evitar la polémica y de contentar a esa parte de su electorado que se le presiona para que lo haga.

El programa también prevé una importante reducción de costes de la Administración y la eliminación de empresas y organismos públicos, aunque no aclara cuánto empleo público piensa que se destruirá con estas decisiones.