Sostiene que el líder popular sufrió un «lapsus freudiano» y que cuando habló del «Estado de bienestar que podamos» dejó ver que lo «podará»
05 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Un juego de palabras entre poder y podar sirvió a Alfredo Pérez Rubalcaba para denunciar que las verdaderas intenciones de Mariano Rajoy si llega a la Moncloa en el 2012 son podar el Estado de bienestar. El líder de la oposición afirmó el pasado viernes que España, cuando gobierne el PP, tendrá «el Estado de bienestar que podamos». Pues bien, el vicepresidente concluyó que «ese podamos viene de podar, sin duda», o lo que es lo mismo: «¡Sálvese quien pueda!».
El casi candidato del PSOE para las elecciones generales consideró que esa referencia de Rajoy al Estado de bienestar significa que habrá recortes en los derechos sociales de los ciudadanos. Fue, según Rubalcaba, un «lapsus freudiano», pero muy significativo de cuáles son las intenciones no confesadas de Rajoy si es que triunfa en los comicios y tiene oportunidad de gobernar.
El dirigente socialista señaló que el, a su juicio, desliz verbal explica la renuencia del presidente del PP a prestarse para dar conferencias de prensa y responder a las preguntas de los periodistas. En lo que va de año solo ha comparecido una vez en la sede nacional de su partido, en la calle Génova, ante los medios de comunicación. «Esa es la razón por la que está tan calladito, porque cada vez que habla, lo pillan» porque «le sale lo que lleva dentro», afirmó Rubalcaba antes de reunirse con un grupo de militantes del PSOE de Cantabria.
La culpa del PSOE
En la misma línea, el vicesecretario general del partido y ministro de Fomento, José Blanco, sostuvo que las palabras del líder de la oposición dejan entrever lo que el PP «cree y opina» del Estado de bienestar. Si llega a la Moncloa, alertó, «lo que va a hacer es un recorte» y va a echar «la culpa» a Zapatero.
Blanco, que participó en Santiago en la reunión del comité nacional del PSdeG, denunció que el PP tras su victoria en las autonómicas y municipales ha empezado a «aplicar su agenda oculta» y a pintar de negro la situación económica de las comunidades y los ayuntamientos para decir que están «muy mal» y justificar así los recortes que no dicen en público, pero que forman parte de «su ideario».
El número dos del PSOE advirtió de que ante esa presumible ola de ajustes que preparan, los socialistas van a ser «un dique de contención» frente a los que quieren dar «un tijeretazo» al Estado de bienestar.