Carlos de Borbón alega una enfermedad mental ante un posible embargo

EFE

ESPAÑA

El débil estado de salud del infante impidió que declarara hoy ante la juez Ana María Gallego por sus responsabilidades como miembro del consejo de administración de Viajes Marsans.

04 mar 2011 . Actualizado a las 19:33 h.

El abogado del infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias aseguró hoy que este padece una enfermedad mental degenerativa que le impide asumir las responsabilidades como miembro del consejo de administración de Viajes Marsans.

El catedrático de Derecho Mercantil Ángel Rojo ofreció esta explicación durante la vista celebrada hoy en el Juzgado de lo Mercantil número 12 de Madrid para decidir si procede embargar bienes a parte de los ex consejeros de Marsans por su responsabilidad en la insolvencia de la compañía turística.

Para apoyar la frágil situación de Carlos de Borbón-Dos Sicilias, primo del Rey Juan Carlos, compareció como testigo uno de sus yernos, Pedro López Quesada, quien afirmó que desde hace cuatro años sufre «lagunas en su memoria» y dificultades para hablar y para moverse que le han obligado a recibir tratamiento especializado.

Además, ante la negativa del infante a dejar sus responsabilidades en consejos de administración de grandes empresas, como Reyal Urbis o Cepsa, la familia ha tenido que remitir cartas a dichas sociedades avisándoles de su estado. «Dada la dignidad de su alteza, nos preocupaba que siguiera atendiendo unas responsabilidades que no tenía la necesidad ni obligación de atender», aseguró su yerno.

El débil estado de salud del infante impidió que declarara hoy ante la juez Ana María Gallego, que sí interrogó a otros dos exconsejeros de Marsans: Emilio Novela y José Félix de Rivera.

Novela, que fue vicepresidente primero de Banif y consejero de importantes compañías, defendió su obligación de firmar las cuentas de Marsans antes de dimitir como miembro del consejo de administración de la compañía. «La firma era obligada. En cualquier caso tenía que firmarlas», declaró Novela, quien añadió que sí se sorprendió por la existencia de créditos por valor de 221 millones a Teinver, aunque se quedó «tranquilo» tras las explicaciones recibidas de Gerardo Díaz Ferrán.

Novela defendió que «la empresa estaba en una situación absolutamente normal» cuando dimitió en octubre del 2009 a petición de Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual, que querían facilitar así la compra de la compañía por parte de un competidor.

Las mismas explicaciones dio el empresario José Félix de Rivera, quien insistió en que en sus 24 años como consejero de Marsans no había tenido constancia de que Díaz Ferrán le hubiera engañado o le hubiera pretendido engañar.

De Rivera insistió en que no recuerda que la firma de auditoría PriceWaterhouseCoopers se negara a expresar su opinión sobre las cuentas de Marsans debido a la imposibilidad de valorar si eran o no suficientes las garantías que había dado Teinver para devolver los préstamos recibidos.

La administración concursal de Marsans insistió hoy en solicitar el embargo contra los consejeros que firmaron las cuentas del grupo turístico correspondientes al ejercicio transcurrido entre marzo del 2008 y febrero del 2009, ya que entonces ya reflejaban una «monstruosa desaparición de dinero de Marsans», que era una «fábrica de dinero para otras empresas del grupo».

Según la administración concursal, representada por el letrado Edorta Etxarandio, las salidas de dinero de Marsans hacia otras empresas del grupo provocaron la insolvencia de la compañía.