Mas abre grietas en el PSC al llevarse de consejero a uno de sus dirigentes

Cristian Reno BARCELONA/COLPISA.

ESPAÑA

Además de a Mascarell, que abandonará el partido socialista, incorporará a su Gobierno a tres independientes

28 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Artur Mas prometió diseñar un Gobierno con los mejores, con independencia de su color político, y esta es la razón que ha esgrimido para que el socialista Ferran Mascarell, consejero con Pasqual Maragall, forme parte del Gobierno catalán. Su entrada en el Ejecutivo como consejero de Cultura supone todo un golpe de efecto, puesto que Mascarell fue también concejal de Cultura en el Ayuntamiento de Barcelona con el también socialista Joan Clos, y en los últimos meses se citaba su nombre como posible candidato del PSC a la alcaldía de Barcelona. Incluso trataba de liderar el ala catalanista de los socialistas para emprender un nuevo rumbo desligado del PSOE. Ahora, según le comunicó ayer telefónicamente a Montilla, abandonará el partido, aunque no se sabe cuándo.

El presidente de la Generalitat abre así una vía inédita en la política española. Hasta la fecha, los presidentes del Gobierno y autonómicos como mucho habían incorporado a independientes en sus Ejecutivos. Es algo que también ha hecho Artur Mas, que incorporará a su gabinete al menos a tres independientes, según informó ayer la agencia Efe. Se trata de Francesc Xavier Mena, profesor de Esade, que se hará cargo de la Consejería de Empresa y Empleo; Boí Ruiz, presidente de la patronal hospitalaria catalana, que asumirá el departamento de Sanidad, y Pilar Fernández Bozal, jefa de los abogados del Estado en Cataluña, que será la nueva consejera de Justicia.

Pero Artur Mas ha ido más allá al fichar por primera vez a un dirigente de la oposición. Una medida que ya tomó el actual presidente francés, Nicolas Sarkozy, que incorporó como ministros a algunas personalidades del espectro socialista francés, o también Barack Obama, que designó a varios republicanos como miembros de su Gabinete.

La decisión de Mascarell ha disgustado enormemente en la dirección de su partido. Empeñados como están desde el PSC en repetir por activa y por pasiva que el acuerdo que han suscrito con CiU para la investidura de Mas no es un pacto de legislatura, el fichaje de Mascarell alimenta más si cabe el runrún de una sociovergencia para cuatro años. «Queremos subrayar el carácter personal de una decisión que implica sumarse a un proyecto político bien diferente al nuestro», señalaron fuentes del PSC.