La vicepresidenta dice que el Gobierno no vacilará en tomar nuevas medidas de ajuste si son necesarias

Enrique Clemente Navarro
E. Clemente MADRID/LA VOZ.

ESPAÑA

20 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Elena Salgado quiso transmitir ayer un mensaje de firmeza y confianza a los mercados. Aunque insistió en que las previsiones del Gobierno para el 2011 son realistas, avisó de que «si llegara a ser necesaria alguna actuación adicional para cumplir el objetivo de déficit -el 6% en el 2011-, el Gobierno la adoptaría sin vacilar». Esta advertencia suponía de hecho un cambio, ya que hasta ahora había negado que existiera un plan B, como le pedían el Banco de España y el FMI, por si las medidas de ajuste en curso no dan los resultados esperados. Pero remachó que el objetivo de reducción del déficit se está cumpliendo hasta ahora a rajatabla.

La vicepresidenta segunda resumió en una frase los cuatro pilares en los que, a su entender, se sustentan los Presupuestos y que, son también el balance de la política económica del Ejecutivo en el último año. A saber: «Diagnóstico económico realista, cumplimiento de los compromisos, capacidad para acometer reformas ambiciosas y afrontar decisiones valientes y apoyo a los más afectados por la crisis, manteniendo nuestro Estado de bienestar».

Salgado se esforzó en defender sus previsiones para el año próximo, que calificó de razonables y que prevén un crecimiento del 1,3%, aunque admitió que son más optimistas que los emitidos por los organismos internacionales. Explicó que la diferencia reside en que el escenario gubernamental contempla una recuperación más rápida del consumo privado debido a una mayor confianza y también un mejor comportamiento de la competitividad. En todo caso, recordó que los pronósticos del Gobierno para el 2010 fueron más acertados que las que hicieron las instituciones mundiales y los analistas privados. El panorama que dibujó prevé una recuperación económica gradual hasta alcanzar a finales del año próximo el ritmo de crecimiento de la zona euro y superarlo a partir del 2013.

Para la ministra de Economía, las cuentas públicas son un elemento central de la recuperación, que se basa en dos ejes complementarios, la austeridad y las reformas estructurales. Al tiempo que hace compatible la restricción del gesto con el mantenimiento de las políticas de cohesión social, por lo que dijo van a ser «muy exigentes con los gestores». Salgado exigió responsabilidad a los dirigentes autonómico y locales para lograr el objetivo de reducción del déficit.

Al final de su primera intervención señaló que estos son los Presupuestos de la estabilidad, «sientan las bases para un crecimiento económico sostenido», «basados en un diagnóstico económico realista», «van a servir para reforzar la confianza en nuestra economía», son austeros, garantizan la protección de los más vulnerables y «proporcionan el entorno adecuado para lograr la reactivación».