ETA incorpora a su arsenal terrorista una bomba lapa casi indetectable

Melchor Saiz-Pardo

ESPAÑA

11 jul 2009 . Actualizado a las 02:18 h.

La última aberración ideada por ETA para asesinar sin apenas riesgos ya tiene nombre policial: sistema de bomba lapa multipropósito. Uno de estos artefactos, que son casi indetectables en una revisión apresurada, fue el que el pasado 19 de junio mató al policía Eduardo Puelles en la localidad vizcaína de Arrigorriaga. Los expertos de las fuerzas de seguridad ya trabajan para neutralizar este nuevo ingenio criminal, que busca quemar vivas a las víctimas dentro de sus coches, pero que no es, ni mucho menos, infalible, y del que se puede escapar sabiendo cómo reaccionar.

La denominación multipropósito responde a que las nuevas lapas no pretenden, como antes, matar o mutilar al conductor con la onda expansiva y la metralla, sino que tienen como objetivo provocar un incendio, deformar el vehículo para evitar que se puedan abrir las puertas y convertir así la cabina en una ratonera en la que la víctima muera calcinada.

Esta aberración, según los especialistas de los servicios de información, ha sido ideada hace poco más de dos años en los laboratorios de explosivos de la banda en Francia y es un artefacto made in ETA al 100%, ya que no se conocen antecedentes de ingenios similares en bandas terroristas internacionales.

Los técnicos de ETA diseñaron este tipo de artefacto de manera generalizada y comenzaron a repartirlo entre los comandos después de que en octubre del 2007, un grupo robase en la planta química de Saint-Etienne 2.000 litros de nitrometano, un combustible de aeromodelismo altamente inflamable. Esta sustancia es básica para redoblar la explosión y provocar un incendio después de que estalle la lapa. La nueva bomba nace con el propósito de ser mucho más difícil de detectar que la tradicional lapa.