Una joven de 28 años, detenida en Oviedo acusada de la muerte de su hijo recién nacido, reconoció ante la Guardia Civil que ocultó su embarazo «hasta a sus familiares», según informaron fuentes de este cuerpo.
Agentes de la Guardia Civil detuvieron el pasado lunes a la presunta homicida, cuya identidad responde a las iniciales A.?A.?F., un día después de hallarse el cadáver de un bebé de unos 10 días enterrado en una finca de la localidad de Olloniego, muy próxima a Oviedo, de la que la mujer es vecina.
Fuentes de la investigación indicaron que la mujer ha reconocido los hechos, aunque su declaración fue confusa, ya que en un principio afirmó que el niño había nacido muerto y después lo desmintió.
La detenida fue trasladada con mandamiento judicial al Centro Materno-Infantil del Hospital Universitario Central de Asturias, donde los facultativos que la exploraron confirmaron que había sido madre unos diez o quince días antes. Declaró a los agentes que en todo momento actuó sola y no hay nadie más implicado, ya que su objetivo era conseguir mantener oculto su embarazo y posterior parto.
Además, explicó que enterró al niño en el lugar en el que fue hallado porque había ido a dicha finca en otras ocasiones con sus familiares para realizar pequeñas labores agrícolas.
El cuerpo del bebé había sido desenterrado parcialmente por un animal y eso fue lo que permitió el hallazgo del cuerpo, sobre las 11.00 horas del pasado domingo por un vecino del lugar.
El cadáver del bebé, que aún conservaba restos del cordón umbilical, fue trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias, donde se le practicó la autopsia, cuyos resultados todavía no han sido revelados.