Dos medias Españas llamadas a votar el 9-M

Manuel Campo Vidal

ESPAÑA

06 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Tan verdad es que a José Blanco le salen las encuestas muy bien, de cuatro puntos para arriba el PSOE, como que al PP las propias les dan algo parecido, pero a favor suyo, claro. Sin embargo, los gurús demoscópicos españoles - Julián Santamaría y Carlos Malo de Molina , entre otros- están encallados en el empate técnico. Coinciden en que el partido se decidirá por la mínima. Bastará con que unos pocos socialistas se queden en casa, o se enfaden a última hora por algo, y adiós. O suficiente con que los obispos vuelvan a recordar su pasión ultraconservadora para que otros tantos decidan salir a votar para ponerles coto.

Los veteranos recordarán que en la transición se reclamaba, además de libertades, que «los militares vuelvan a los cuarteles». Treinta años después habrá que pedir que «los obispos vuelvan a los púlpitos». Y alguno apostillará que «algunos periodistas vuelvan a sus redacciones». Y no les faltará razón. Este es un país en el que con frecuencia cualquier posición de poder se utiliza para invadir el espacio contiguo.

Pero bien leídas, las encuestas independientes no solo hablan de empate técnico. Advierten de algo más profundo: que medio país está dispuesto a decir no a cualquier propuesta que provenga de Zapatero y al otro medio le parecerá mal lo que proponga el PP. Así, cortada casi en mitades, está la opinión pública. Quedan pequeños grupos que optan por Izquierda Unida o por alguna forma de nacionalismo, pero la fractura de opinión es rotunda. Y hasta comprensible: no es gratis azuzar a la gente buscando la confrontación. El resultado es que tenemos una opinión difícil de gobernar por quien sea.

Gobernará cuatro años esas dos mitades de España el que se equivoque menos de aquí al 9-M. Cuando las cosas están así de justas, tan importante es acertar como no equivocarse. ¿A quién ayuda Ignacio Astarloa cuando empieza a comentar la brutal agresión por unos delincuentes a José Luis Moreno y en la misma declaración desemboca en el error de Zapatero por hablar con ETA? ¿Ayuda al PP? Resume en una frase lo que ha pasado en esta legislatura: que su partido, básicamente, solo ha hablado de ETA. Además de que olvida que cuando él era responsable de Seguridad, Aznar envió gente, acertadamente, a sentarse con ETA. Como González y Suárez antes. Y como seguramente hará el que venga, porque si le llegan indicios de que hay alguna salida posible, sea cierto o no, habrá que estudiarla.

Argumentarios y bozales

«Las elecciones no se ganan, sino que otros las pierden», sostiene Mariano Rajoy . Esa gran verdad, que merece matices aunque no ahora, va a dominar los sesenta días exactos que faltan para que se abran las urnas. De modo que los partidos reparten en estos días argumentarios de campaña con frases hechas y, de paso, bozales para que nadie muerda al contrario más de lo debido.

Las direcciones políticas exhiben en estas fechas lo mejor que guardan. Por eso gente como Alberto Núñez Feijoo , es llamada a Génova para echar una mano y Ruiz-Gallardón estará en la lista de Rajoy. Y el PSOE saca a Solbes y a De la Vega en procesión.

En estos dos meses vitales, el PSOE tiene en contra la percepción de que la economía se endurece. Y es verdad en los bolsillos y en las facturas del banco. Pasa lo mismo: es la consecuencia de un petróleo a cien dólares el barril cuando todos recordamos a algunos supuestos sabios pronosticar, hace años, una guerra mundial si pasaba de cincuenta. Echarle la culpa a Rodríguez Zapatero de que se haya disparado la demanda de petróleo y alimentos en Asia, se puede hacer y se hace, pero no es seguro que la gente, aunque irritada por las hipotecas y la cesta de la compra, muerda el anzuelo.

«A pesar de todo, España tiene recursos para afrontar la crisis que viene porque el Estado tiene superávit», comenta un alto directivo bancario. Bajará la construcción de viviendas, pero hay dinero para pagar más obra pública. «Bastaría con acelerar las obras del AVE, por ejemplo, para dar empleo directo e indirecto a miles de trabajadores», añade. Interesante idea.