Adquiere el compromiso personal de pactar las decisiones estratégicas de política exterior con el jefe de la oposición
27 nov 2007 . Actualizado a las 02:00 h.Mariano Rajoy puso ayer como ejemplo a Felipe González para asegurar que es posible un pacto entre el PP y el PSOE para abordar juntos los grandes asuntos de Estado en la próxima legislatura. Con ese propósito de establecer un «nuevo consenso» en política territorial, lucha contra el terrorismo o política exterior acudirá a las próximas elecciones generales. Así lo dijo en una rueda de prensa después de que el comité ejecutivo aprobara las líneas generales del programa electoral del partido, que tiene como ejes alcanzar ese nuevo consenso y proteger el modelo social, y que será concretado y ratificado definitivamente en febrero. Poco a poco, sin embargo, Rajoy irá exponiendo detalladamente las propuestas más atractivas, como hizo con la eliminación del IRPF para aquellos que ganen menos de 16.000 euros.
El líder del PP contrapuso el PSOE de Zapatero, al que acusa de haber roto todos los consensos básicos vigentes desde la transición, al de Felipe González, que pactaba con la oposición los temas de Estado. «Yo ofrezco sentido común, cosas que los socialistas siempre han defendido. Como se hacía en tiempos de Felipe González», aseguró. Aunque matizó: «¡A ver si ahora va a parecer que yo soy hincha de Felipe González! Lo que pasa es que en tiempos del señor González, como del señor Aznar, se pactaban cosas que eran buenas para el interés general». Incluso señaló que hay socialistas que están más de acuerdo con él que con Zapatero y que coinciden en que las grandes cuestiones nacionales se deben consensuar entre los dos grandes partidos. En ese sentido, citó las últimas declaraciones de dirigentes como el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y de su antecesor, José Bono, sobre la bandera, el castellano o el tratamiento al preso etarra De Juana Chaos. Rajoy dijo con toda la intención que no creía que el PSOE estuviera «condenado a estar siempre en la situación en la que está ahora».
Compromisos personales
Además de presentar las líneas generales del programa popular, Rajoy asumió también varios compromisos personales si es elegido presidente. Entre ellos, someterse mensualmente a una interpelación de la oposición en el Congreso, ya que estima que el formato encorsetado de la sesión de control semanal no es suficiente. También prometió consensuar con el líder de la oposición las decisiones estratégicas de política exterior y celebrar un debate anual monográfico sobre esta materia. Mariano Rajoy se quejó de que Zapatero nunca lo ha llamado para consultarle sus decisiones en política exterior, y dijo que le habría gustado darle su opinión sobre temas como la reciente Cumbre Iberoamericana, las relaciones con Marruecos y Argelia, el Sáhara o la Constitución europea.