Rubalcaba y Hernando se niegan a pedirse disculpas

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño LA VOZ | MADRID

ESPAÑA

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El PP defiende al diputado popular y rechaza que existiera agresión «Pido perdón por lo mal que a veces hacemos las cosas», afirmó Manuel Marín

21 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

«Quiero pedir disculpas en nombre del Congreso de los Diputados por lo mal que, a veces, hacemos las cosas». El presidente del Congreso, Manuel Marín, expresó así su preocupación por el inédito incidente parlamentario en el que los diputados Rafael Hernando y Alfredo Pérez Rubalcaba estuvieron a punto de llegar a las manos. Marín se refería a ese incidente pero también a uno anterior en el que él mismo participó, y que le llevó a suspender la sesión de la Diputación Permanente que debatía la petición de comparecencia de la vicepresidenta del Gobierno por el incendio de Guadalajara. Los protagonistas del incidente dieron ayer sus versiones de lo sucedido. El popular Rafael Hernando afirmó que «ni nos pegamos ni hubo amago. Sencillamente, contesté a su provocación». Según explicó, Rubalcaba «se dirigió a otro diputado del PP y a mí para llamarnos caraduras y decirnos que mentíamos». Tras dirigirse a él negando esas mentiras, Rubalcaba contestó a Hernando «diciendo que yo estaba fingiendo, provocando una enorme indignación en mí, ya que acababa de asistir al funeral y entierro de una de las víctimas, a cuya familia y a él personalmente conocía de toda la vida». «En ese momento me encaré con él para explicarle estos hechos y lo intolerable de su actitud», concluyó Hernando. Por su parte, Rubalcaba dijo que la agresividad y el recurso a «expresiones físicas» es «incompatible con ser diputado». Afirmó que se limitó a hacer un «reproche político» a los diputados del PP por su actitud durante la sesión y que no hubo «insultos, ni descalificaciones».?Explicó que no llegó a ser consciente de que Hernando intentara agredirle, ya que, al ver que el diputado del PP tenía «un grado de excitación superior al normal» y una «actitud agresiva» decidió darse la vuelta y marcharse. Al igual que Hernando, Rubalcaba se negó a pedir disculpas a su rival político por lo ocurrido. Insistió en que el PP estaba «sobreactuando» en todo lo referente al incendio y que su intención era «montar un número para magnificar un asunto de por sí suficientemente dramático». Por otra parte, Eduardo Zaplana aprovechó la reunión del Grupo Popular en el Congreso para defender al diputado. Según el portavoz, dicho incidente no hubiera tenido lugar si, previamente, Rubalcaba no hubiera proferido «insultos» al parlamentario popular. El presidente del PP de Andalucía, Javier Arenas, también salió en defensa del diputado popular y calificó a Rubalcaba como «gran especialista en la provocación».