La única torre con cuatro fosos

CRISTÓBAL RAMÍREZ

LUGO CIUDAD

La hija del mariscal Pardo de Cela mandó en Caldaloba a paseo a los enviados de los Reyes Católicos por haber decapitado a su padre en Mondoñedo

03 sep 2010 . Actualizado a las 11:50 h.

No resulta fácil de encontrar el castillo de Caldaloba. O lo que queda de él. Hasta el fotógrafo se extravió un par de veces. Una aventura. Y en eso también reside su encanto (el de la fortaleza). Porque todavía se puede organizar una expedición familiar llena de pequeños misterios al corazón de Galicia, con el aliciente de que el peligro suma cero incluso para los más pequeños.

El outeiro en el que se alza la torre de 25 metros ya fue utilizado en la prehistoria: era un castro, ni más ni menos, situado en lo que luego se llamó el coto de Mato, dominando la zona entre Vilalba y los ríos Támoga y Miño. Los cuatro fosos permanecen cubiertos por la vegetación, pero están. De modo que en la Edad Media se levantaron la torre y los lienzos de la muralla. De estos nada queda en la práctica, pero la torre resiste: cuatro plantas, mampostería de granito en las esquinas y pizarra muy gruesa en el resto, planta cuadrada y una bóveda en la parte superior. Bóveda de la que solo es posible admirar los arranques de los arcos, rematados en ménsulas.

Por aquí andaba el mariscal Pardo de Cela. Su hija, Constanza de Castro, también aquí mandó a paseo en 1483 a los enviados de los Reyes Católicos, responsables últimos de la decapitación de su padre ante la catedral de Mondoñedo. Claro que la mujer no estaba sola: su marido, Fernán Arias de Saavedra, compartía tal indignación y resistió el asedio. ¿Se rindieron? Sí, cuando se corrompió el agua del aljibe. El jefe enemigo, López de Haro, los esperaba.

Muy poco después fue abandonada, haciendo el tiempo su labor destructora. Cuando el siglo XVII finalizaba pertenecía al conde de Fuensaldaña, a su vez señor de la Merindad de Villajuán, o sea, el coto de Vilalba. Y de hecho la fortaleza aparece en algunos documentos como «de Villajuán».

Lo que no consiguió el tiempo fue acabar con la leyenda que afirma que existe un túnel hasta el más o menos cercano pazo homónimo. Seguro que alguien se la cuenta al visitante mientras se acerca a la vecina capital de Cospeito, en cuyas cercanías se extiende una laguna recuperada por el tesón de los vecinos. La parte final del paseo merece la pena hacerla andado.

CÓMO IR

Una vez en Rábade (tiene salida propia en la autovía), rumbo a Vilalba por la 641. A los 10 kilómetros hay un cruce que aparta a Feira do Monte, capital de Cospeito. Yendo por él surge otro cruce nuevo a la izquierda. Se sigue y a unos cientos de metros sale un sendero que conduce al antiguo castro, fácilmente distinguible ya desde allí.

DÓNDE COMER

Además de en el restaurante del Parador de Vilalba, en Feira do Monte abre sus puertas un mesón agradable, el Verial (982 503 099, cierra los miércoles). La comida es sencilla, sin pretensiones, pero bien preparada y presentada por gente amable. Notable nivel de higiene. El área del comedor debe calificarse con justicia de bonita.

DÓNDE DORMIR | PARADOR DE VILALBA

Una parte del Parador de Vilalba es castillo que en su día perteneció a la casa de los Andrade y rematando el siglo XX se amplió con un edificio nuevo que no desentona. El gran salón que recibe al cliente en la enorme torre octogonal es de lo mejorcito de Galicia.

Una curiosidad: la torre estuvo a punto de ser derribada por tratarse (decían) de una antigüedad sin valor que cualquier día podía desplomarse sobre el vecindario. Un vecindario que se negó en redondo a tal barbaridad. Los ciudadanos del siglo XXI se lo agradecen.

DATOS PRÁCTICOS

DIRECCIÓN | Valeriano Valdesuso, s/n. 27800 Vilalba (Lugo)

TELÉFONO | 982 510 011

HABITACIONES | 48

PRECIO | Entre 101,6 y 137 euros. Desayuno: 15 euros

WEB | www.parador.es

CORREO | vilalba@parador.es