María Luisa Ansorena pone voz a las decenas de pensionistas y jubilados de la provincia de A Coruña que han visto cómo en los últimos años han tenido que incrementar la ayuda a sus hijos. «Y no me refiero a ir a recoger a los nietos al colegio, sino económicamente, gastándose su pensión para pagar las hipotecas de sus hijos que se han quedado sin trabajo, y pagando el colegio de sus nietos».
- ¿Cómo valora la situación?
- Aquí no hay una revolución porque los pensionistas sostenemos a cinco millones de parados. Digo la verdad, porque la cosa está muy mal. Hay un grupo de pensionistas que no tienen problemas porque han pagado sus casas, tienen una pensión razonable, plan de pensiones y algún dinero ahorrado. Pero también hay gente que antes vivía así, y que ahora ha tenido que recoger a sus hijos en casa y que están pagando con sus pensiones la vida de su matrimonio, la de sus hijos y la de sus nietos.
- ¿Cree que irá a peor?
- Ahora mismo no creo que vaya a peor. Yo quiero enviar un mensaje de optimismo. Tenemos que trabajar todos juntos y sacrificarnos todos, igual que hicieron en Irlanda, que estaban muy mal, y están saliendo.