Francia da luz verde definitiva a la autopista del mar viguesa

l. c. saavedra VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Solo queda pendiente la aprobación de las autoridades comunitarias

27 oct 2011 . Actualizado a las 11:48 h.

La comisión intergubernamental Francia-España dio ayer luz verde definitiva a la autopista del mar entre Vigo y los puertos galos de Saint-Nazaire y El Havre -además de la conexión por el sur con Algeciras- tras una reunión celebrada en París que había levantado cierta expectación, puesto que una decisión negativa podría abocar a que Vigo se quedase finalmente sin la segunda autopista del mar de la UE. La primera, que ya arrancó en septiembre del 2010, enlaza Gijón con la terminal gala de Nantes.

Francia, con sus reticencias iniciales, ha aceptado finalmente el cambio de accionariado de Trasmediterránea a la Compañía Marítima Hispano-Francesa. La primera era la concesionaria originaria, y cedió en febrero sus títulos a la segunda.

Según Puertos del Estado, «los miembros franceses de la comisión han acordado con sus homólogos españoles acelerar la tramitación ante Bruselas de la nueva autopista del mar, con el objetivo de que reciba su aprobación por la UE, que conlleva un plan de financiación con fondos comunitarios». Ambas delegaciones acordaron también impulsar los trabajos técnicos para que la propuesta conjunta se presente ante la Comisión Europea «a la mayor brevedad posible y con las mayores garantías de éxito».

Redes transeuropeas

Así las cosas, ahora queda por saber si la validación por parte de Francia y España a los cambios empresariales en la autopista del mar influirán en el mapa de la UE acerca de las redes transeuropeas de transportes, que tanta agitación han causado en Vigo en la última semana, debido a que la UE y el Ministerio de Fomento no coincidían en su valoración sobre el puerto de Vigo, otorgando la primera el rango secundario y el ministerio el valor principal a la terminal, atribuyendo, además, el error a la UE.

Tras el visto bueno de Francia, de la que incluso llegó a insinuarse que retrasaba de forma interesada la entrada en funcionamiento del autopista del mar de Vigo -ya que la de Gijón es operada por una firma francesa-, ahora queda por resolver el trámite ante la UE. Esta situación supondría, tal y como estaba previsto al menos hace dos años, la concesión de una subvención de 15 millones de euros por cada país, una ayuda que no es considerada anticompetencia debido a la tolerancia financiera que la UE ha dado a sus propias autopistas del mar.