El precio medio en origen ronda los 3,37 euros y el de venta al público alcanza casi los 16
22 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Un kilo de carne de ternera de primera categoría se vendía a principios de agosto en Galicia a unos 15,96 euros el kilo. Es decir casi cinco veces los 3,37 euros que reciben de promedio los 20.000 ganaderos con explotaciones cárnicas que hay en la comunidad. Esa diferencia del 375 % se queda en manos de los intermediarios, quienes se encargan de todo el proceso desde el sacrificio hasta la llegada al punto de venta, obteniendo márgenes muy superiores a los del productor, que a veces incluso llega a perder dinero.
El propio Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino confirma este extremo. En su último estudio sobre la formación de precios en el sector calcula el coste medio de producción de cada kilo canal entre 3,49 y 3,72 euros, mientras que el precio de salida del animal de la granja oscila entre 3,04 y 3,34 euros. El coste del sacrificio y el despiece ronda los 3 euros, y los gastos de la plataforma de distribución, poco más de 2,5.
Evolución de precios
Detrás de la baja rentabilidad para los productores está la negativa evolución de precios en origen y el incremento de los costes de producción, que se han disparado por encima del 25 % durante el último lustro. El pienso, uno de los elementos que más influyen (un ternero consume más de 1.300 kilos hasta llegar a los nueve meses), ha subido más del 30 %. Según la Consellería de Medio Rural, el concentrado de cría ha pasado de los 27,78 céntimos el kilo de 2006 a los 36,91 de hoy. El pienso de recría y cebo cuesta 34,22 céntimos, ocho más que hace un lustro.
Por primera vez desde la aparición de las vacas locas a principios del 2000, el precio de la carne de ternera no ha experimentado repuntes significativos en verano. Según el Observatorio de precios de los alimentos del ministerio, las cotizaciones en origen incluso han bajado en relación con las del primer semestre del año.
Ayudas
Con este panorama solo las ayudas de la política agraria común (PAC) permiten que muchas granjas puedan seguir en activo. Se calcula que el 40 % de los ingresos netos de las explotaciones de carne gallegas provienen de esas subvenciones. Una granja de tamaño medio que en su día tuviese derecho a la prima por extensificación al tener menos de 1,5 unidades de ganado mayor por hectárea puede llegar a cobrar hasta 400 euros anuales por res. A esa cifra, que varía cada año en función de la prima compensatoria que se reparte a partes iguales entre el total de solicitudes, hay que unir las ayudas por engorde y sacrificio de terneros.