Industria ha propuesto subir un 12,5% la parte que controla del recibo de la luz para los más de 22 millones de hogares y pequeños comercios acogidos a la tarifa de último recurso.
15 mar 2011 . Actualizado a las 22:30 h.Nuevo golpe a las economías familiares. El Ministerio de Industria ha propuesto subir un 12,5% la parte que controla del recibo de la luz (los peajes de acceso) para los más de 22 millones de hogares y pequeños comercios acogidos a la tarifa de último recurso (TUR). Otro 9% para el resto de los consumidores de baja tensión, y un 2% para los grandes clientes industriales.
De ser aceptada esta sugerencia en la Comisión Nacional de la Energía (CNE), el recibo podría reflejar a partir de abril una subida histórica que dejaría corto el incremento del 9,8% reflejado el pasado enero, el mayor de los últimos diez años.
La razón es que para los clientes de la TUR, aquellas pymes y familias con menos de 10 kilovatios de potencia contratada, estos peajes representan solo la mitad de la tarifa eléctrica. El resto depende de los impuestos y, sobre todo, del precio de la energía, que se determina mediante subastas trimestrales.
Está previsto que el próximo 22 de marzo se celebre la subasta Cesur en la que se fijarán los precios de la electricidad para el segundo trimestre del año. En esta puja se tiene en cuenta la evolución de los precios de las materias primas, entre ellas el petróleo o el carbón, que en los últimos meses experimentaron subidas importantes. Aunque fuentes del Ministerio de Industria mantienen que no solo no subirá, sino que bajará y compensará el incremento de los peajes.
El Gobierno había congelado su parte del recibo en octubre y diciembre del 2010. Si ahora no lo hace, el impacto en las economías domésticas, y también en el IPC, será importante, ya que la luz condiciona casi todos los precios. El ministro Miguel Sebastián recalcó en numerosas ocasiones que la subida de enero fue «excepcional e irrepetible». Pero la propuesta de orden ministerial remitida a la Comisión Nacional de la Energía indica todo lo contrario.
Además de cubrir los costes regulados, los peajes de acceso sirven para retribuir el llamado déficit tarifario, el desajuste entre los ingresos del sistema eléctrico y los costes que soporta. El desequilibrio acumulado desde el año 2000 supera ya los 20.000 millones de euros.