Los pescadores exigen en Ribeira cuotas para poder vivir del mar

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ

ECONOMÍA

Una multitud se concentró en la localidad contra los recortes del lirio

27 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las estridentes bocinas del Sanper, del Boteira I, del Julimar, del Playa do Castro y de otros barcos amarrados al puerto de Ribeira rompieron al mediodía de ayer el relativo silencio de la rutinaria jornada haciendo un llamamiento a la población, que se congregó en masa a las puertas de la casa consistorial con un único objetivo: exigir cuotas de pesca que permitan a las flotas de este y otros puntos de Galicia seguir viviendo del mar.

El motivo de la concentración, que reunió a unas 3.000 personas según los organizadores, es la decisión de la Unión Europea de recortar un 93% la cuota de España para la pesca de bacaladilla.

El acto de protesta estuvo presidido por pancartas con lemas como «Nuestra vida es pescar, no queremos emigrar» o «Nuestra identidad es el mar, Bruselas no nos abandones». Tras ellas, se apostaron políticos de la comarca y representantes del sector pesquero que, con datos en la mano, calificaron de sobrecogedora y catastrófica la decisión de la UE. La medida pone en serio peligro el futuro del arrastre, un sector que mueve el 70% de las operaciones que se realizan en la lonja de Ribeira y del que dependen unas tres mil familias del municipio.

El sector calcula que la reducción de la cuota -de 13.000 toneladas a 800- afectará a casi un centenar de barcos y provocará que la pesquería del lirio quede cerrada antes de que concluya marzo. ¿Qué hará entonces la flota arrastrera?

El alcalde de Ribeira, José Luis Torres Colomer, animó a los presentes a seguir luchando: «Queren acabar coa nosa flota, pero primeiro terán que acabar con nós». El director xeral de Recursos Mariños, Pablo Fernández, anunció que la Xunta tratará de demostrar a Bruselas que no existen motivos para el recorte: «Nós pescamos para consumo, mentres que a flota do norte faino para elaborar fariña». Dado que este no es el primer golpe de la UE que reciben los pescadores, el sector reclamó la constitución de un grupo de presión a nivel autonómico que defienda en Bruselas los intereses de la flota gallega.