El paro bate otro récord con 4,23 millones de personas inscritas

juan oliver REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

En el registro gallego hay 42.000 desempleados más de los que recoge la EPA

03 feb 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El mercado de trabajo español se despeña por un abismo sin fondo, y cada remesa de estadísticas sobre el tema no hace sino confirmar que el país está sufriendo la reestructuración laboral más profunda, radical y dramática de toda su historia. Ni siquiera en los peores tiempos de la reconversión industrial de los años ochenta se habían alcanzado registros como los que hace tres días ofreció la encuesta de población activa (4,7 millones de personas que se declaran en paro), o como los que ayer mismo presentó el Gobierno.

Ya hay más de 4,23 millones de ciudadanos inscritos a 31 de enero en el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), 246.000 de ellos en Galicia, buscando un trabajo para ganarse la vida en condiciones cada vez más difíciles. Porque la competencia para encontrarlo no para de crecer: son 131.000 demandantes de empleo más que en diciembre del 2010, y 180.000 más que en enero de hace un año (el 3,19% y el 4,5% más, respectivamente).

En Galicia, la cifra de inscritos en enero -8.518 más que en diciembre- revela el exceso de optimismo de la cuantificación del paro que hace la encuesta de población activa (EPA). Porque ese informe trimestral, que se elabora extrapolando los resultados de un muestreo aleatorio a partir de entrevistas personales, arroja un saldo de 203.000 parados. Es decir, 42.000 menos de los que realmente están registrados con nombre y apellidos en las oficinas del SPEE. Ese evidente error de cálculo hace pensar que la tasa del 15,9% de paro que la EPA atribuye a Galicia, y que la sitúa como la quinta comunidad en mejor situación de España -la media nacional ya llega al 20,33%- es una mera ilusión a la baja.

Ajuste

En cualquier caso, tanto en Galicia como en España las subidas del paro registrado el último mes son inferiores en porcentaje a las de los peores momentos de la crisis. Pero demuestran que el feroz ajuste de la economía aún no ha terminado, y que las medidas adoptadas para ponerle freno no han funcionado.

Cinco meses después de que el Congreso de los Diputados aprobara la reforma laboral, flexibilizando las condiciones para la contratación y el despido de trabajadores, se sigue destruyendo mucho más empleo del que se crea. Y este no solo es escaso, sino también, y sobre todo, de baja calidad.

Por cada contrato indefinido, el SPEE registra en España otros diez temporales. Fueron más de un millón de contratos con fecha de caducidad, frente a apenas 103.000 fijos y estables. En Galicia la tendencia es similar (47.000 y 5.300, respectivamente), aunque con una variable positiva, probablemente la única buena noticia del compendio de datos que ayer publicó el Ministerio de Trabajo: la contratación indefinida creció en el último mes en la comunidad un 16% con respecto a diciembre del 2010, mientras la temporal lo hacía solo un 2%.

Bajo esa maraña de números se esconde un drama social imposible de cuantificar. Más aún si se tiene en cuenta que el Ministerio de Trabajo descuenta en sus cálculos a los parados que cursan módulos de formación y a los que demandan condiciones laborales específicas, como el trabajo en el extranjero, a domicilio o el teletrabajo. Con ellos, son 4,46 millones de desempleados en toda España y más de 254.000 en Galicia.