La dirección del astillero cree que el Gobierno gallego saldrá a su rescate en solitario tras la negativa de Industria
29 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La Xunta trabaja contra reloj en la búsqueda de una fórmula jurídica que permita poder avalar íntegramente al astillero vigués Factorías Vulcano, en preconcurso de acreedores, que precisa urgentemente una garantía de 21 millones de euros para proseguir con la construcción de un buque sísmico (empleado en la detección de bolsas de gas y de petróleo) que supondría en la práctica la tabla de salvación momentánea del astillero, al menos hasta julio del 2011. Tras el varapalo asestado por la negativa de Pymar a hacerse cargo de una parte del aval (concretamente de 4,3 millones de euros), el Gobierno gallego trata de encontrar la manera de evitar el veto posterior de la UE, que prohíbe las ayudas públicas directas en aras de mantener la competencia empresarial y evitar distorsiones del mercado.
Ayer, el Ejecutivo autónomo insistió en el mazazo que ha supuesto el rechazo de Pymar (integrada por astilleros privados, comunidades autónomas y el Gobierno central). El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, criticó la decisión de la compañía de denegarle al astillero vigués la garantía financiera solicitada, cuando el Gobierno autónomo ya ha avalado un crédito de 17 millones para finalizar la construcción de un buque sísmico. El presidente aseguró que «a Xunta vai cumprir e non dá o partido por perdido», al tiempo que reprobó la falta de compromiso del Gobierno central. Proclamó que la Consellería de Industria «traballará para que Vulcano remate ese pedido, e cada un que asuma a súa responsabilidade», advirtió. Fuentes del departamento que dirige Javier Guerra afirmaron ayer que Pymar llegó a plantear en la reunión del pasado miércoles, en la que se denegó el citado aval, que la única solución viable para Vulcano era la presentación del concurso de acreedores. La propia dirección de la compañía aseguró a La Voz que es una posibilidad cada vez más cercana «por imperativo legal», aunque confían en que la Xunta pueda asumir la totalidad del aval. Insisten en que si se hunden arrastrarán a numerosas auxiliares, lo que afectará en la práctica a «decenas o cientos de empleos» que dependen de los astilleros de la ría. La estructura piramidal de este sector hace necesaria la existencia simultánea del astillero y la auxiliar.