Los camioneros se unen a la huelga en Francia, donde ya escasea el carburante

Esperanza Suárez PARÍS/LA VOZ.

ECONOMÍA

El temor al desabastecimiento dispara un 50% el consumo de combustible y deja secas cientos de gasolineras

16 oct 2010 . Actualizado a las 02:23 h.

No llega una gota de carburante a los aeropuertos parisinos, los estudiantes siguen en la calle y los camioneros se suman a la movilización. Los trabajadores franceses endurecen cada día que pasa su protesta contra la reforma de las pensiones y la huelga se va contagiando entre los diferentes sectores productivos. La magnitud del paro obligó ayer al presidente Nicolas Sarkozy a ordenar personalmente la intervención de las fuerzas del orden para desbloquear tres depósitos de combustible.

Las doce refinerías del país han parado la producción y el pánico ha cundido entre los automovilistas, que han incrementado en un 50% el consumo de carburante, ante el temor de desabastecimiento, que se ha ido extendiendo después de que varios centenares de estaciones de servicio se hayan quedado sin reservas. El mismo riesgo de parálisis que experimentan los aeropuertos de la capital, sin una sola gota de queroseno en el oleoducto que los alimenta. En Orly quedan reservas para 17 días, pero en el Charles de Gaulle, de donde salen los vuelos transoceánicos, solo está garantizado para el fin de semana. A la incertidumbre sobre el carburante se unían ayer los retrasos en toda la red aeroportuaria por los paros del personal de tierra de Air France.

La decisión de los camioneros de secundar la huelga contribuirá a complicar las cosas. Se sumarán a los bloqueos de los depósitos petrolíferos pero también harán más difícil la vida de los automovilistas con operaciones caracol y ocupación de rotondas. Serán siempre acciones sorpresa y de corta duración. No serán las únicas molestias. En ciudades como Marsella, los servicios municipales de limpieza han dejado de recoger la basura.

Limitar el uso de la fuerza

El ministro del Interior, Brice Hortefeux, ha ordenado a los responsables policiales que limiten el uso de la fuerza a lo «estrictamente necesario» para reprimir las manifestaciones de estudiantes. Y es que el uso desmesurado de la violencia, que este miércoles dejó gravemente herido a un joven de 16 años que puede perder un ojo por el impacto de una pelota de goma, ha movilizado aún más a los alumnos de enseñanza media, que ayer volvieron a lanzarse a las calles y entre los que empiezan a mezclarse grupos violentos. Entre ellos, los 47 detenidos ayer en Val-de-Marne tras lanzar piedras contra la policía e intentar incendiar vehículos. Unas horas antes, el Ministerio del Interior había anunciado la detención de otros 150 jóvenes en distintos altercados violentos por todo el país.

Ante las agresiones, los sindicatos policiales piden medios para luchar contra lo que califican de «desencadenamiento de la violencia», pero también denuncian que el Ministerio del Interior «maquilla» las cifras de asistentes a las protestas contra el retraso en dos años de la edad de jubilación.

Los sindicatos han convocado para hoy una nueva jornada de manifestaciones y los transportes públicos se verán nuevamente afectados. Mientras, el presidente Nicolas Sarkozy ha adoptado una actitud pedagógica y no desperdicia ninguna ocasión para intentar defender la «justicia» de su reforma.