Los mercados castigan de nuevo a la deuda española

Colpisa

ECONOMÍA

La incertidumbre sobre la solvencia de Portugal e Irlanda resta atractivo a las emisiones del Tesoro.

24 sep 2010 . Actualizado a las 20:55 h.

Tan solo dos días después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, diera por enterrada la crisis de la deuda en la Unión Europea ante los grandes 'popes' económicos norteamericanos, los mercados han hecho oídos sordos al mensaje del presidente del Gobierno, cebándose con las emisiones de Irlanda y Portugal y castigando de forma severa a las del Reino de España.

El nivel de riesgo atribuido a las emisiones españolas a largo plazo ha retrocedido a niveles de agosto, con lo que ha perdido buena parte del margen ganado tras la publicación de los test de estrés a la banca.

El diferencial de la deuda con la alemana alcanza ya los 192 puntos básicos cuando el pasado jueves cerraba en 183 puntos.

La rentabilidad de los bonos a diez años en los mercados secundarios se sitúa en el 4,19% mientras su homólogo alemán se paga a un 2,27%.

Y es que la incertidumbre sobre la capacidad de los países periféricos de la UE no cesa. En las últimas jornadas no han faltado voces alertando de un eventual rescate de las economías irlandesa y lusa ante un hipotético default.

La primera sorprendió a propios y extraños esta semana al registrar una caída del Producto Interior Bruto del 1,2% interanual en el segundo trimestre después de haber mejorado un 2,2% en el primero.

Al tiempo, crecen los rumores sobre la posible quiebra del intervenido Anglo Irish Bank, en el que el Ejecutivo irlandés parece sufrir un pozo sin fondo en el que 'quemar' demasiado dinero público en comparación con el tamaño de la entidad.

La prima de riesgo (el diferencial del coste de los bonos a diez años respecto a los germanos) irlandesa sube a los 433 puntos básicos, lo que la sitúa en máximos históricos.

La situación no es mejor en Portugal, obligada también a pagar por sus bonos intereses nunca vistos desde la introducción del euro.

El coste llega al 6,42% con una prima de riesgo en el entorno de los 422 puntos básicos. Si en el caso de Irlanda el problema es de cariz netamente financiero, en el portugués las dudas se centran en el elevado déficit público soportado por el país vecino. Ambos están obligados a apretarse el cinturón para cumplir con los programas de estabilidad financiera marcados por Bruselas.