El Gobierno gallego hizo oídos sordos al dictamen crítico del Consello Económico e Social (CES) y aprobó ayer en el Consello de la Xunta el proyecto de ley de medidas tributarias en el impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados para la reactivación del mercado de viviendas, que deberá entrar ahora en el Parlamento para su tramitación.
La rebaja fiscal en este ámbito supondrá que adquirir una vivienda nueva en Galicia, de cien metros cuadrados, será 400 euros más barato y el ahorro en la compra de una usada de unos 1.500, según los cálculos del Ejecutivo autonómico, que renunció a adaptar el impuesto de transmisiones patrimoniales que grava las viviendas usadas a la subida de un punto del IVA arbitrada por el Gobierno central para las nuevas.
Sin considerar la cifra que deja de ingresar la Xunta por este concepto, que ha suscitado un fuerte debate en el CES, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, se mostró convencido de que una rebaja selectiva de impuestos incrementa la recaudación, inyecta liquidez a las familias y restaura la confianza de los consumidores en crisis.
«Imos tentar xerar máis confianza e pechar o exercicio cumprindo a lei de estabilidade orzamentaria», puntualizó el dirigente autonómico. La primera rebaja de impuestos a la adquisición de vivienda, a menores de 36 años y familias numerosas, «incrementou as transaccións destes colectivos nun 10%», puntualizó.
El Ejecutivo rebajará ahora un 25% el impuesto de actos jurídicos documentados para la adquisición de viviendas, del 1% al 0,75%, y un 33% cuando se trate de primera compra en el caso de la vivienda habitual, del 0,75% al 0,5%. Además se reducirá en la misma proporción el impuesto de actos jurídicos documentados para la formalización de créditos hipotecarios, destinados a materializar la compra de vivienda.