«É triste que despois da crise se aproveite para privatizar ou semiprivatizar as caixas»

La Voz

ECONOMÍA

27 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La crisis no se soluciona con la reforma. No sería un problema de mercado laboral ni de altos salarios, según los agentes sociales, que relacionan la recesión con «outras razóns». Sostienen, en las mismas coordenadas que el economista neokeynesiano Josep Stiglitz, uno de los más citados del mundo, que con la cantidad de dinero que los Gobiernos han inyectado a las entidades financieras hubiera sido posible constituir una banca pública, que habría facilitado antes la salida de la crisis, mediante el crédito familiar y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas, según Xesús Seixo (CIG).

En este sentido, los sindicatos ven en las cajas de ahorros una oportunidad social, y denuncian, como hace José Antonio Gómez (UGT), «que despois da crise se aproveite para privatizar ou semiprivatizar o pouquiño que nos queda do sector financeiro». «Ao final veñen polo negocio do noso Estado do benestar», concluye.

Sánchez Aguión (CC. ? OO.) advierte que las cajas demostraron «un grado de madureza por riba da carga política». «Hai que blindar as caixas, a súa función social, o seu territorio, e abrir o debate da banca pública», manifiesta sin ambages el líder de CC. ? OO. de Galicia. «Que o señor Mafo se dedique a que o crédito chegue ás pequenas e medianas empresas», emplaza al gobernador del Banco de España.

La patronal cree que sería un «retroceso» la banca pública. «A nosa banca está consolidada e así se entende nos fondos internacionais», postula José Antonio Neira, quien puntualiza que «o problema é que quen queira acceder ao crédito teno máis caro pola situación actual».

Neira reconoce, asimismo, que las últimas medidas del Gobierno permiten al ICO prestar, mediante las entidades financieras, y una banca pública «non achegaría ningún valor ao consumidor». Se muestra partidario de suscribir medidas de apoyo al circulante a través de los correspondientes mecanismos de fomento, en el caso gallego, el Instituto Galego de Promoción Económica (Igape). Con todo, coincidió con los agentes sociales en el importante papel que pueden desempeñar las cajas para impulsar la actividad económica.

El economista Roberto Pereira no cree que «de hoy para mañana» la banca pública fuese a resolver todos los problemas. A su juicio, la solución la podrían aportar las cajas. Lisardo Domínguez defiende la necesidad de una banca pública, «aínda que alguén estea empeñado en que non se fale diso».