Después de su etapa en la administración de varios gobiernos socialistas, Pedro Pérez representa ahora al G-14, el lobby que reúne a las principales inmobiliarias españolas. Pérez afirma que se ha tocado el suelo de las ventas, «sucedió entre abril y mayo del año pasado», y subraya que «se vende poco, pero se inicia menos por causa de la financiación».
-¿Sigue cerrado el grifo del crédito?
-Se ha aplicado una política indiscriminada de cerrojazo financiero. Si bien pudo justificarse como medida temporal, ahora ya no es explicable en determinados ámbitos geográficos.
-¿En cuáles?
-El stock de vivienda es excesivo en el Mediterráneo y en Canarias. Pero en el País Vasco, Extremadura, Asturias, el norte de Madrid o en zonas de Barcelona y en Zaragoza el ajuste oferta-demanda ya se ha producido.
-¿Se recupera la demanda?
-En la demanda no hay problemas, ni los hubo en el 2008 ni en el 2009. Existe una demanda aplazada por la situación económica. Se han pospuesto decisiones de compra ante la caída de los precios. Pero hay una demanda suficiente en las zonas ya señaladas como para que estuviésemos construyendo 100.000 viviendas más al año. Deberíamos hacerlo, y estamos dejando de crecer por falta de financiación. Además, eso supondría crear unos 230.000 empleos.
-¿Cómo han cambiado las empresas con la crisis?
-Antes se centraban en la producción y en la venta. Hoy, están haciendo ejercicios de adecuación en el ámbito financiero para sobrevivir. Se trata de conseguir liquidez. Los bancos están siendo receptivos, hay fluidez.
-Ustedes sostienen que han sido víctimas y no causantes de la crisis, pero ¿qué están haciendo para salir del bache?
-Potenciar la actividad internacional. Un ajuste de precios como en ningún momento de la historia. Un ajuste en la producción que ha afectado al empleo. Y también innovaciones, como el alquiler con opción a compra.
-¿Qué va a pasar en el 2010?
-La demanda estructural está en unas 400.000 viviendas anuales. Estamos construyendo un tercio de esa cantidad. Con un poco de esfuerzo, con financiación y soluciones fiscales, se podría construir más. Y ya no se trataría de pisos que irían a engrosar el stock .