Tres de las filiales de la constructora coruñesa Alcuba que cayeron junto a ella en concurso de acreedores en noviembre del 2008 superaron ayer oficialmente la suspensión de pagos. Así se establece en un edicto del Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña, publicado en el BOE, después de que Sonsaz Ensenada de San Miguel 1, Sonsaz Ensenada de San Miguel 2 -ambas con sede en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón- y Alcoraz D&G -con sede en Culleredo- pactasen un convenio de pagos aprobado por la mayoría de sus acreedores.
Las tres sociedades son propiedad del empresario Jacobo Couceiro y entraron en concurso de la mano de su matriz Inalcuba (a su vez participada de Alcuba) y de otra filial de esta, Aynar, todas dedicadas a la promoción inmobiliaria. En total sumaban 5,8 millones de deuda vencida, la mayoría con clientes y proveedores.