Corbacho critica que las empresas arrinconen a los mayores de 50 años

Elisa García / Samuel Calle

ECONOMÍA

15 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, advirtió ayer en Santander de que la jubilación anticipada es un instrumento que puede ser necesario para salir de la crisis, pero que no hay que considerarlo como un «elemento cultural».

Corbacho lamentó el hábito que se está creando en España de rechazo laboral a las personas mayores, y subrayó que cuando un trabajador llega a los 50, «se le arrincona porque ya no sirve», cuando a esa edad se llega «a la plenitud de sabiduría». En la misma línea, calificó de sociedad de fracaso a toda aquella que edifica su futuro en una generación de entre 30 y 50 años.

También recordó que las rebajas de las cotizaciones a las que podría dar lugar un acuerdo en la mesa del dialogo social no tienen que poner en riesgo el sistema de jubilación. «El Gobierno nunca adoptará una medida que ponga en riesgo la Seguridad Social», afirmó.

La rebaja de cuotas empresariales a la Seguridad Social es el principal escollo para el acuerdo en el diálogo social, pacto que, por otro lado, nadie descarta al menos aparentemente. El presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, recordó que su petición es de cinco puntos, pero añadió que se trata de una propuesta «flexible». CC.?OO. lanzó la voz de alarma y alertó de que la Seguridad Social incurriría en déficit en el 2011 si ahora disminuyen dos puntos las cotizaciones, cifra que parece estar barajando el Gobierno.

Díaz Ferrán rechazó desvelar qué rebaja mínima estaría dispuesta a aceptar la CEOE. «Nosotros no nos vamos a levantar nunca de la mesa de negociación. Queremos llegar a un consenso», dijo en un acto en Madrid. Mientras tanto, la dirección de CC.?OO. difundió un comunicado en el que reiteraba su rechazo «a una medida que podría asestar un duro golpe a la viabilidad futura del sistema público», en alusión a la posible rebaja de dos puntos de las cotizaciones empresariales. Para la central que lidera Ignacio Fernández Toxo, el diálogo social tendrá que «avanzar sensiblemente en su redacción y propuesta para que merezca la aprobación sindical». Otro punto del proceso en el que no se detecta coincidencia es cuándo se tiene que dar por concluida la negociación.

Corbacho defendió «acelerar al máximo» los esfuerzos para cerrar el acuerdo lo antes posible. Al Ejecutivo le urge el entendimiento. La semana que viene, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comparece en el Congreso de los Diputados para hablar de economía y empleo y sería un buen respaldo llevar, junto a la financiación autonómica, un pacto social.

Mal recuerdo

Los sindicatos también apuestan por terminar el proceso en julio. Además, alargar la negociación no aseguraría el acuerdo.

Tienen la experiencia de que este año prolongaron demasiado las conversaciones sobre el pacto para los convenios colectivos del 2009 y, pese a ello, CEOE no firmó nada. CC.OO. dejó muy claro que «agosto es un mes inhábil». Pero Díaz Ferrán rehusó ayer hablar de tiempos. «Es mucho más importante llegar al acuerdo y al consenso que los plazos. Nosotros rechazamos los plazos y las líneas rojas», insistió.

Así las cosas, todo indica que los contactos secretos a tres y a dos bandas continúan estos días. La próxima reunión oficial está prevista para mañana. En ella, el Gobierno escenificará nuevas mejoras sobre la oferta presentada el pasado lunes a empresarios y sindicatos.