El beneficio de las seis grandes constructoras repuntó un 22,9% entre enero y marzo respecto al mismo período del año anterior, al pasar de los 1.176 millones registrados durante el primer trimestre del 2008 a los 1.446 de este año.
Aunque el repunte del beneficio viene acompañado de un tímido aumento de los ingresos (un 2,7% más en el interanual), el verdadero motor en la mejoría de las cuentas es ACS que, con 1.306 millones de euros, copa el 90,3% del resultado neto del sector hasta marzo. Y lo hace gracias a la anotación de las plusvalías obtenidas por la venta de Unión Fenosa a Gas Natural. Excluyendo esta variable, su beneficio hubiese caído un 77%, hasta los 301 millones.
Las otras cinco, en barrena
Peor les fue a las otras cinco grandes constructoras, que vieron derrumbarse su cuenta de resultados. La que mejor aguantó el tipo fue Acciona, que solo contrajo un 3,25% su beneficio en los tres primeros meses del año. El resto lo recortaron más de la mitas: OHL cayó un 55,1%; FCC se dejó un 60,8%, mientras que Sacyr, pese a que sus ingresos prácticamente se doblaron (gracias al buen comportamiento de Vallehermoso, su división de promoción residencial, que cuadriplicó ventas), vio cómo su beneficio se desplomaba un 80%. Y es que la compañía ha hecho borrón y cuenta nueva respecto a su participación en Repsol y solo se ha apuntado como beneficio los dividendos devengados, y no la parte proporcional del resultado neto de la petrolera.
Cierra la tabla Ferrovial, la única de las seis cotizadas que ha entrado en números rojos, tras perder 105 millones hasta marzo, frente a los 85 en positivo del 2008.