Cámping forzoso en Estados Unidos

Victoria Toro

ECONOMÍA

La crisis provoca que centenares de personas vivan en tiendas de campaña en la calle después de haber perdido casa, trabajo y ahorros. Los sin techo se multiplican

22 mar 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

A veces, la crisis parece un concepto abstracto o como mucho una potencial amenaza para nuestras cómodas vidas. Pero cada día hay más personas en Estados Unidos para las que la crisis es una tragedia real. Muchas han perdido sus casas y sus trabajos al mismo tiempo que los Gobiernos estatales y locales disminuyen las ayudas sociales. Esa combinación de realidades drámaticas ha provocado la aparición en unos casos, y el crecimiento, en otros, de campamentos de personas sin hogar. Sobre todo en California.

En las afueras de la ciudad de Sacramento existe un lugar que acoge a personas sin techo. Se trata de un campamento de tiendas de campaña. No tiene agua corriente, no tiene luz y, por supuesto, tampoco alcantarillado. Solo tiendas de campaña. Y eso ya es mucho para las casi 400 personas que han llegado allí como último recurso a una situación desesperada.

Jim Gibson es uno de ellos. El diario Los Ángeles Times narraba esta semana su situación. Hace siete meses, Gibson, que tiene 50 años, contaba con un buen trabajo y un apartamento en Sacramento. Perdió su nómina y no pudo seguir pagando el alquiler. Ahora, sus máximas preocupaciones son mantenerse aseado y comer todos los días.

O Christina Hopper y Boy Zimmermand, que llevan siete meses viviendo en el campamento. Esta pareja relataba que vivían en Phoenix, donde ambos trabajaban. Cuando fueron despedidos se vieron obligados a vender su casa. Pero el momento para la venta era malísimo, por lo que consiguieron muy poco dinero por su propiedad. Llegaron a Sacramento, de donde Zimmermand es originario, para buscar trabajo y acabaron en el campamento. Ahora, él trabaja y ahorra algo. «Soy de clase media? Tengo que salir de aquí», dice.

En las últimas semanas los medios de comunicación han empezado a ocuparse de estos campamentos. Pero lo que debería haber sido una situación beneficiosa para los habitantes del lugar se ha convertido en un nuevo problema. El Ayuntamiento de Sacramento, que hasta ahora hacía la vista gorda sobre el asentamiento, ha decidido intervenir. Tras analizar la situación concluyó que el campamento debe ser levantado. Han prometido otro en algún lugar más saneado, pero los desheredados no se fían.

Y el de Sacramento no es el único asentamiento de este tipo. También en California, en el condado de Orange, está la ciudad de Ontario, una de las zonas donde la crisis hipotecaria golpeó con más fuerza. Los primeros efectos ya comenzaron a sentirse en el 2007. Entonces, también cerca de la ciudad, apareció un primer campamento. Como en Sacramento, lo formaba gente sin trabajo ni vivienda, mezclados con personas envueltas en problemas psiquiátricos, alcoholismo y drogadicción. Pero si Ontario ya tiene cerca de dos años, en los últimos meses es cuando más se ha poblado.

Un escalón por encima de las tiendas de campaña son los moteles. Al menos, en ellos las familias que viven tienen agua y servicios sanitarios. También en los estados más afectados por la crisis, como California y Florida, se está registrando un aumento de las personas que recurren a esta forma de vida cuando pierden sus hogares.

Víctimas de las «subprime»

Todos en una misma habitación en la que incluso familias de más de cinco miembros deben repartirse en dos camas para dormir. Y una sola pieza en la que dormir, comer, hacer los deberes, ver la televisión o recibir a los amigos del cole .

Los ciudadanos que acuden a moteles son personas que, en la mayoría de los casos, han perdido sus viviendas a causa de las hipotecas subprime , donde se originó la crisis en agosto del 2007. Sus historiales de crédito no son buenos y eso dificulta el alquiler de un apartamento en Estados Unidos. Y además les cuesta reunir la suma de dinero necesaria para firmar un contrato de alquiler: varios meses de adelanto de la renta, además de la fianza, y el porcentaje para la inmobiliaria.

La situación es mucho peor en unos estados que en otros. Evidentemente, aquellos que están sufriendo más la crisis, como Florida o California, se destacan. También la situación se está complicando en Nueva York, la urbe con mayor porcentaje de personas sin techo en la costa este. Y eso a pesar de que el alcalde inició una campaña para frenar este récord. Durante los últimos años lo iba consiguiendo. Pero la crisis ha vuelto a disparar las estadísticas.

Algunas organizaciones sitúan el número de sin techo de Nueva York en torno a los 50.000 ciudadanos. El ayuntamiento reconoce 35.000. Pero a la vez dicen que en los últimos meses muchos ciudadanos que han perdido sus trabajos se han visto obligados a dejar sus apartamentos. Lo que, al menos por ahora, no ha aparecido en la Gran Manzana son campamentos similares a los de California. Pero es que a diferencia de la costa oeste, el clima de Nueva York en inverno es muy crudo. Las personas sin hogar acuden a albergues, buscan ayudas sociales para alquilar habitaciones o, en último extremo, unas cajas de cartón.